Luces de bohemia

El principio de la escena primera comienza con una anotación referente a una hora crepuscular a la que podemos establecer como el anochecer. La palabra clave en esta referencia la podremos ver en la cuarta anotación dónde se menciona una “penumbra rayada de sol poniente.” Por ese motivo podemos saber que se trata de este momento en particular. El lugar donde habitaban estaba situado en la parte más alta de las casas, el guardillón. Éste tenía un ventanuco, por lo que era difícil que pasara el Sol a través de él. En las paredes se aprecian retratos, grabados y autógrafos sujetos con chinches de dibujante.

Por primera vez, hace referencia al protagonista y su mujer con una descripción despectiva de ellos mientras hablan. A Máximo Estrella, o mejor conocido en la obra como Max Estrella, se le atribuye el hecho de ser un poeta que se expresa de manera muy exagerada, aparte de ser ciego. Por otra parte, a su mujer, conocida en el pueblo como Madama Collet por ser francesa, es denominada pelirrubia.

El dialogo lo comienza Max citando a su mujer para leerle la carta del Buey Apis, un texto escrito por su director donde éste le despide. Max se queja de su temprana decisión. Esto le afecta mucho. No sabe de dónde sacar unos duros para vivir y le propone a su mujer de suicidarse colectivamente junto a su hija. Collet le rechaza su proposición ya que su hija es muy joven y tiene mucho por vivir. También le recuerda que los jóvenes mueren por romanticismo y no por cansancio de la vida.

La siguiente frase dicha pronunciada por Max es muy simple pero eficaz: “Con cuatro perras de carbón, podíamos hacer el viaje eterno.” Aquí se refiere al simple hecho de comprar carbón, provocar humo encendiéndolo y cerrar todas las salidas posibles. De este modo, los tres morirían por inhalación excesiva de humo cancerígeno. Madama no pierde la esperanza y espera que otra puerta se puede abrir. El hombre no quiere creerlo debido a que nadie querrá a un escritor ciego en su empresa y niega la mención de su mujer.

Max Estrella le repite a Madama Collet que le lea la carta del Buey Apis y, a pesar de sus quejas, su esposa se la lee. En la anotación refleja la indignación de Collet en el tono de su habla. A más, en la lejanía se oye una escoba movida alegremente por la hija de ambos: Claudinita. Fuera, en la puerta, espera un hombre el cuál agita la campanilla de la escalera. Su madre le ordena dejar de barrer y mirar quién llama. Esta intuye que es Don Latino y por eso, Collet se queja de su presencia. La hija afirma el olor a aguardiente.

Máximo Estrella al saber de la llegada de Don Latino se incorpora alegremente, con ánimos y con su blanca barba invadiendo su pecho, mientras recuerda los Hermes. Al alzarse llama a su mujer y le confiesa que puede ver, pero no cosas reales, aunque él lo afirme. Menciona a la Moncloa alardeándola y por ello, toma la decisión de querer volver a París para renovar antiguos momentos vividos. Collet se burla de él negando su visión y le pregunta si ve a ella, pero este responde de manera negativa: “¡Las cosas que toco, para qué necesito verlas!”. En ese momento Madama le ruega a su marido que se siente y adormezca mientras cierra el ventanuco. Max no puede dormir y afirma que nota que es otra vez de noche. Entonces, es ahí cuando podemos ver hasta donde alcanza la locura de Máximo Estrella.

Una vez cerrada la ventana, Madama se sienta en una silleta y comienza a hacer pliegues con la carta del Buey Apis. En ese momento, la puerta de la habitación se abre y entra un vejete con asma con una cartera de revistas ilustradas. Este es Don Latino de Hispalis. Detrás de él, una mozuela con malas pintas se asoma por la puerta: Claudinita. Al pasar Don Latino pregunta por Max, pero Claudinita le interrumpe preguntando por los cuartos que se les tenía que entregar. El protagonista sigue con la cuestión empezada por su hija, pero se encuentra con una desgracia. Apenas había tres míseras pesetas por los libros. En ese instante Máximo riñe a Latino por no haberse negado a esa oferta. Afortunadamente para Don Latino aún se podía deshacer el trato y eso fue lo que intentaron llevar a cabo.

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