MUSEO DEL CUENTO

RESULTADOS DEL PROYECTO.

Museo de los cuentos .

"Érase una vez una biblioteca llena de libros. Personajes, paisajes, senderos misteriosos, animales increíbles, países inimaginados… dormían en su interior.

Un día de otoño, cuando la niebla más se apretaba, abrazando las casas, los árboles y hasta el horizonte, varios duendes saltarines [*] -amigos de los libros y algo cuentistas- decidieron utilizar sus poderes mágicos y toda su influencia para sorprender a todos los niños y niñas que pasaban indiferentes por delante de aquella biblioteca. En un abrir y cerrar de ojos, como por arte de magia, desaparecieron los libros, las estanterías, las mesas y las sillas…, y apareció EL MUSEO DE LOS CUENTOS; un espacio nuevo, a media luz, en el que la cesta de Caperucita, las grandes botas del Gato o la tinaja de alguno de los cuarenta ladrones se habían hecho realidad…"

¡Leer, leer!, porque, a continuación se cuenta cómo pudo ocurrir tan admirable suceso…

I.- DE CÓMO SE DECIDIÓ VIVIR UNOS DÍAS DEL CUENTO

A finales del pasado curso, comentamos como darle vida a la nuestra biblioteca (a la que somos muy aficionados) en el que se contaba brevemente una interesante experiencia con los cuentos tradicionales. Desde la primera reunión celebrada de consejo técnico, tuvimos muy claro que una de las "actividades" que venimos organizando, la basaríamos precisamente en los cuentos. Así es que pusimos " manos a la obra" y perfilamos la actividad, que debería desarrollarse en tres fases:

1.- Un trabajo que cada maestro debería llevar a cabo en su clase, con el alumnado correspondiente. 2.- Montaje de una exposición de dibujos, objetos y libros en la biblioteca de la escuela. 3.- Visitas de todo el alumnado y profesorado del centro a la exposición, en horario lectivo.

Para hacer posible la primera fase, varios "duendes saltarines" se reunieron con el profesorado, por ciclos, para explicar sus intenciones y pedir su apoyo y colaboración. Como la respuesta fue unánimemente positiva, desde ese momento supimos que "íbamos a vivir unos días del cuento".

II.- DE CÓMO RESULTÓ QUE TODOS LOS MAESTROS Y MAESTRAS ERAN UNOS CUENTISTAS.

A cada maestro, se le pidió que por espacio de una semana dedicase algunos ratos a trabajar un cuento (elegido previamente), respondiendo a este esquema:

.. Contar el cuento a su alumnado.

.. Dibujar, pintar…, un personaje, una escena, un paisaje, etc. del cuento en una cartulina grande.

.. Elegir un objeto real representativo del cuento y aportarlo a la clase: la "cesta" de Caperucita, la "flauta" del flautista…Convenía que tuviese cierto sabor rancio, viejo…

.. Elegir una frase o párrafo del cuento donde apareciese el nombre del objeto aportado y copiarla en una cartulina dispuesta a propósito.

Al final del plazo dado para la realización de esta primera fase, se pasó por las clases a recoger los materiales elaborados por los niños y niñas del centro.

La maestra de Biblioteca buscó, primero, y dejó, después, en cada clase varios ejemplares del cuento elegido, en diversas versiones editoriales, para que niñas y niños pudieran ver imágenes, leerlo, etc. completando la narración que del mismo les había hecho su maestra o maestro.

Los cuentos que se trabajaron fueron:

Primer ciclo:El patito feo/Los tres cerditos/Caperucita/Blancanieves y Pulgarcito.

Primer ciclo de Primaria:La casita de chocolate/Cenicienta/El flautista de Hamelín/El gato con botas.

segundo ciclo:Juan sin miedo/Alicia en el País de las Maravillas/El Satrecillo Valiente/Alí Babá y los 40 ladrones/Pinocho.

Tercer ciclo:El traje nuevo del emperador/Aladino/Los músicos de Bremen/Barba Azul/La princesa y el guisante.

III.- DE CÓMO, POR ARTE DE MAGIA, LA BIBLIOTECA SE TRANSFORMÓ EN MUSEO.

Los "duendes saltarines" iniciaron sus trabajos para hacer posible la metamorfosis referida. Hubo que forrar, con papel de embalar, ventanas y estanterías de la sala de lectura, para ofrecer espacios donde colgar los hermosos trabajos que se habían hecho en las clases. Seguidamente, se buscó la forma más adecuada de colgar tantas cosas: de cada cuento, una cartulina grande cuidadosamente decorada, otra más pequeña con un breve párrafo del cuento y un objeto real relacionado con él. Además, se colocó un sobre que contenía en su interior el título del cuento, la solución definitiva para quienes, en sus visitas individuales o con toda la clase, deseasen jugar a adivinarlos.

En el capítulo

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