Mamita Yunai
Enviado por 30043004 • 20 de Octubre de 2013 • 2.561 Palabras (11 Páginas) • 863 Visitas
Análisis Literario De Mamita Yunai
_Autor: Carlos Luis Fallas (1909-1966)
Nació en Alajuela el 21 de enero de 1909. Fue Regidor Municipal de San José. Diputado. Jefe Militar improvisado de los batallones obreros durante la guerra civil de 1948. Escritor. Entre sus obras literarias están: “Mamita Yunai” escrita en 1940, obra que pasó desapercibida hasta que Pablo Neruda se propuso que fuera conocida en el mundo entero. “Gentes y Gentecillas”, “Marcos Ramírez”, “Mi Madrina”, “Tres Cuentos”, “Un mes en la China Roja”. En 1962 la Fundación William Faulkner le otorgó el Premio La Novela Iberoamericana por su libro “Marcos Ramírez” y el 11 de abril de 1966 la Dirección de Artes y Letras le otorgó el premio nacional de literatura “Magón”. La Asamblea Legislativa lo nombró BENEMÉRITO DE LA PATRIA, por acuerdo # 1793 de 14 de noviembre de 1977.
Murió en San José el 7 de mayo de 1966.
_Década Del 40:
En Costa Rica no se conocieron los horrores del siglo XX o sus manifestaciones fueron muy limitadas, mitigadas por gobernantes con sentido de la realidad y políticos responsables, tal vez representantes genuinos de nuestros antecedentes y orígenes históricos.
La provincia pobre de la Capitanía General de Guatemala, perdida allá en los extremos del sur de la cintura de América, tenía poco que ofrecer a la colonia española. El territorio de lo que ahora es Costa Rica no fue el asiento de grandes culturas y la población originaria era escasa. Talvez por eso los representantes de la colonia tuvieron poco que repartirse y en lugar de saquear la poca riqueza material, se dedicaron a la agricultura y la cría, tomando como modelo de explotación la pequeña propiedad, lo que le dio un carácter distinto a nuestra nacionalidad, en los albores de su historia. La independencia nos llegó por emisarios a lomo de bestia, mes y medio después de haber sido decretada por la corona española y no fue el producto de grandes luchas sociales, políticas y militares, que se dieron entre las nuevas burguesías criollas y los representantes de la corona, en otras latitudes del continente.
Sin embargo Costa Rica no ha estado al margen de los grandes conflictos políticos que han marcado la historia centroamericana. En el pasado reciente, cuando los países vecinos fueron gobernados por castas militares o dictaduras dinásticas, Costa Rica fue el medio facilitador para el despliegue de iniciativas pacificadoras para que los fusiles le dieran paso al diálogo o también en forma efectiva, nuestro suelo se convirtió en retaguardia militante de combatientes revolucionarios. El mapa político del presente en la región, se debe en parte al esfuerzo permanente del país, a la disposición de diversas administraciones gubernamentales de involucrarse en la búsqueda de soluciones a los conflictos regionales y también al sacrificio de combatientes revolucionarios costarricenses que dieron su vida y lo mejor de sus esfuerzos, incorporados a los movimientos armados en Nicaragua y El Salvador. Así como en el pasado reciente, de la misma manera en los albores de nuestra historia y construcción de la nacionalidad costarricense, en la década de los años 50 del siglo XVIV, un gobierno integrado por patriotas no tuvo reparo alguno en enviar un ejército de campesinos descalzos y mal armados para combatir en Nicaragua a un gobierno entreguista liderado en esencia, por una gavilla de aventureros esclavista provenientes de los estados sureños de los EE.UU. El esfuerzo combinado de los ejércitos centroamericanos y en especial las acciones decisivas del improvisado ejército costarricense, derrotaron y expulsaron del suelo centroamericano los intentos anexionistas, de lo que podría identificarse como las primeras acciones del naciente imperialismo norteamericano en América Central.
Durante décadas, a finales del siglo XVIV y principios del XX el país le dio más importancia a la consolidación de las instituciones vigentes y continuar con el proceso de construcción del estado nacional. Y dentro de las posibilidades de una economía limitada, aquella provincia pobre de la Capitanía General de Guatemala comenzó su camino hacia los mercados internacionales, con una oferta exportadora que giró alrededor de la actividad cafetalera, azucarera y ganadera, y en forma paralela se inició el crecimiento de la actividad bananera, en manos de empresas extranjeras de origen norteamericano. El auge de la actividad bananera en la región atlántica del país dio origen a la aparición de lo que podríamos identificar como una especie de proletariado agroindustrial, lo que generó el nacimiento de los sindicatos clasistas, como producto de un trabajo prolongado de educación orientado por las primeras manifestaciones orgánicas de la incipiente organización comunista, que hace su aparición a finales del primer tercio del siglo XX. Los enfrentamientos clasistas entre los sectores patronales representados por la United Fruit Company y los trabajadores organizados en sindicatos revolucionarios, crearon las condiciones para un escalamiento de la influencia comunista en sectores importantes del país y abrieron las puertas a una presencia más efectiva en la vida política de Costa Rica.
La década de los años 40 del siglo XX fue rica en acontecimientos políticos en Costa Rica. Una coyuntura internacional especial. Europa sufriendo los embates de las guerras de ocupación del fascismo de Hitler, y la presencia pujante de la URSS combatiendo desde el este europeo, hizo posible en nuestra América, la aparición de gobiernos de coalición de diversos matices, con la participación de sectores revolucionarios de izquierda y Costa Rica no fue la excepción.
Una coalición de gobierno que nace en 1942, integrada por socialcristianos y comunistas con una activa presencia de la jerarquía católica, crea las condiciones políticas para encauzar al país por nuevos derroteros que permiten la aprobación parlamentaria y posterior implementación como política de gobierno, de una serie de leyes de claro contenido transformador, que pone en manos de los trabajadores del país de instrumentos novedosos de protección social y laboral, que abre los accesos a la educación y cultura mediante la apertura de la universidad pública y la consolidación de la educación media y que crea las condiciones primarias para regular las relaciones entre el esfuerzo del productor y el consumidor. Errores políticos acumulados, y manifestaciones sectarias desde la izquierda que culminan en febrero de 1948, con el desconocimiento del triunfo electoral de las fuerzas opositoras a la coalición gobernante, justifican y abren paso a un movimiento armado representativo de los sectores medios de la ciudad y el campo, instigado por sectores del capitalismo nacional afectado por las iniciativas de transformación del
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