Maras En Guatemala
Enviado por cerros1984 • 20 de Marzo de 2013 • 1.584 Palabras (7 Páginas) • 579 Visitas
Miembro de Una Mara Guatemalteca Juega con su Hijo
Las dos principales pandillas, o Maras, en Guatemala, la Mara Salvatrucha y Barrio 18, se han estado reorganizando bajo un liderazgo más centralizado, configurándose como una amenaza creciente para la seguridad nacional de esta frágil nación centroamericana.
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Una investigación llevada a cabo por El Universal de México ha mirado la naturaleza cambiante de los grupos de Maras de asociaciones de pandillas callejeras afiliadas a la misma franquicia, a organizaciones criminales transnacionales.
La fuente principal de la investigación fue Juan Pablo Ríos, coordinador de la Fuerza de Tarea Contra el Sicariato, creada por el Ministerio del Interior guatemalteco para hacer frente a la creciente amenaza de las Maras.
"Son grupos criminales con una forma de organizarse muy jerarquizada y en la que hay una sola persona que lleva la palabra, así le llaman, es la que toma las decisiones", dijo Ríos.
Las dos Maras se componen de pequeños grupos, llamadas "clicas", cada uno con su propio líder, conocido como el "ranflero". Históricamente, sólo había contactos esporádicos entre las clicas. Sin embargo, ahora en Guatemala, cada uno de los principales grupos de Mara tiene una estructura centralizada de liderazgo. La Mara Salvatrucha (MS-13) tiene el "Consejo de los Nueve", mientras que Barrio 18 tiene la "Rueda del Barrio". Se cree que la Rueda del Barrio está compuesta por 16 de los ranfleros de más alto nivel, mientras que el Consejo de los Nueve de la Mara Salvatrucha ha crecido a 37 miembros, según el Ministerio del Interior.
Después de los ranfleros en la jerarquía de las Maras vienen los "llaveros", que transmiten órdenes y actuar como intermediarios entre el comando superior y las pandillas en la calle. El siguiente nivel está formado por los "sicarios" (asesinos), y finalmente están los "paros", que son como ayudantes de las Maras, ayudando a la recolección de las extorsiones, tráfico de armas, la recolección de inteligencia y el reclutamiento.
Las autoridades guatemaltecas han identificado los principales líderes de cada Mara: Jorge Yahir De León Hernández, alias "El Diabolico", de la MS-13, y Aldo Dupie Ochoa Mejía, alias "El Lobo", de la Barrio 18. Los dos hombres se encuentran en prisiones de máxima seguridad.
Que los grupos Mara estén operando desde las cárceles no es ninguna sorpresa. Los grupos se formaron por primera vez en cárceles de Estados Unidos durante la década de los ochenta. Es en las cárceles, no sólo en Guatemala, sino también El Salvador y Honduras, que la Maras se organizan, forman a sus miembros, y dirigen sus clicas y redes. Las autoridades estiman que en la actualidad hay más de 8.000 maras en Guatemala.
Redes especializadas han surgido dentro de las organizaciones. Algunos se dedican a la ejecución de las finanzas, otros a la ejecución de las redes de asesinos; hay células que proporcionan apoyo logístico y luego están los representantes que actúan como enlace con los abogados, para los cuales hay un suministro sin fin de trabajo.
Análisis de InSight Crime
No debería ser ninguna sorpresa que las maras se están organizando. Las pandillas han estado durante mucho tiempo bajo presión a lo largo de Centroamérica gracias al enfoque preferido por muchos gobiernos de “mano dura”, a menudo recogiendo los jóvenes de las calles solo por tener tatuajes y lanzándolos a la prisión. Las cárceles son los verdaderos centros administrativos de los Maras, y las cárceles de Guatemala, El Salvador y Honduras sufren de hacinamiento crónico y por lo general son los reos los que las manejan.
Sumado a esto, la negociación de una tregua con las pandillas en El Salvador, y el despertar de la dirigencia Mara allí para el potencial de su poder político, estaba destinada a tener un impacto. Si bien no hay negociaciones formales entre las maras y el gobierno de Guatemala, en julio de 2012, el jefe de la Barrio 18, Aldo Dupie, alias "El Lobo", declaró que estaría interesado en explorar esa posibilidad.
También ha habido denuncias de que las maras cada vez más trabajan de la mano de organizaciones criminales transnacionales como los Zetas. La atracción para los Zetas, uno de los más brutales carteles de México, de tener acceso a un grupo de asesinos en toda Centroamérica es evidente. Pueden eliminar rivales y proteger cargamentos de drogas. Las Maras están felices de recibir drogas como forma de pago, que luego venden a través de sus redes de distribución local.
Hay indicios de que las maras están involucrándose más con el crimen transnacional, en términos de tráfico de personas y el tráfico de drogas. Esto era inevitable, dado el hecho de que las dos principales son de naturaleza transnacional, con presencia en Guatemala, Honduras, El Salvador y México, con vínculos que se rastrean hasta Estados Unidos.
Las Maras tradicionalmente han sobrevivido de la extorsión en las calles, el tráfico local de drogas y el robo. No obstante, con la creciente sofisticación y nueva participación en el crimen transnacional, es claro que están ampliando su estructura para incluir el lavado de dinero
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