Marianela

En la novela Marianela, el autor muestra que es un luchador por los derechos humanos por la nivelación de las clases sociales y contra la anarquía, el despotismo, los vicios y la ignorancia. Su obra es el marco de una sencilla y trágica historia de amor; reafirma su acusación contra una sociedad egoísta e insensible, vibrante protesta contra aquellos que viven atendiendo sólo a su bienestar, cerrando sus ojos a la miseria espiritual y moral que los rodea. Y al mismo tiempo, afirmación del triunfo de la ciencia sobre la imaginación creadora de mitos y supersticiones.

Su protagonista es una niña desamparada que ignora todo acerca de su origen; afirma que tiene 17 años aunque con el cuerpo que tiene aparenta 12; Físicamente, Dios no fue generoso con ella, era delgada, muy pecosa, ojos negros y de constitución menguada. Representa a los seres ignorantes pero no carente de imaginación que no conociendo el significado real de las cosas les da aquel que le dicte su fantasía. Por eso, sostiene que las estrellas y las flores son miradas de seres que han muerto: unos alcanzando el cielo nos miran desde arriba; otros, no siendo aún dignos del paraíso continúan en la tierra y desde ella nos observan; lo cual, demuestra que su religiosidad está llena de mitos.

En la obra actúa un personaje ( Sofía ) que sólo se preocupa por su comodidad y que considera un deber de cuantos le rodean el satisfacer hasta sus menores caprichos, en tanto, que no se siente obligada en los más mínimo respecto a sus semejantes, sobre todo hacia aquellos que ocupan los más bajos peldaños de la escala social.

Los diversos modelos y patrones socioculturales imprimen una forma de expresión especial en cada grupo humano, para manifestar de una manera peculiar la sexualidad y esto queda demostrado con la familia con quien vive Marianela, pues el hombre de la casa representa la peor especie de ignorante y su señora es personificación de la codicia; para ella, todo lo no sea amontonar dinero es subalterno y tal vez sienta por sus hijos algún cariño.

Marianela no adquirió conciencia de su inteligencia y la recuperación de su intelectualidad le habría permitido una libre determinación de su papel en la sociedad. Aquí queda establecido que el comportamiento de los individuos de una sociedad, está dado por una serie de normas y pautas que les impondrá, en cierta forma, su manifestación sexual.

El autor establece que el problema principal de una sociedad es el de la orfandad y de la miseria infantil, el cual no se resolverá nunca en absoluto, como se resolverán los demás problemas sociales; pero habrá un alivio a mal tan grande cuando las costumbres, apoyadas por las leyes, establezcan que todo huérfano cualquiera que sea su origen tenga derecho a entrar en calidad de hijo adoptivo en la casa de un matrimonio acomodado que carezca de hijos y las cosas se arreglarían

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