Mario Vargas Llosa. Los Cachorros

Los cachorros como bildungsroman

Los cachorros, de Mario Vargas Llosa, es una novela breve que

cuenta la historia de cómo un niño llamado Cuéllar cambia a

lo largo de su vida. Esta novela podría considerarse como

perteneciente al género de novelas llamadas bildungsroman, o

novelas de formación. Este tipo de novelas se enfocan en el

crecimiento psicológico y moral del personaje principal y en

su paso de la niñez a la edad adulta.

1. Características de las bildungsroman

El concepto de bildungsroman surgió tras la publicación de Las

desventuras del joven Werther, de Goethe. Tras su surgimiento en

Alemania, este género de novelas se extendió a Inglaterra y

después a otros países.

Las bildungsroman cuentan la historia de un personaje con gran

sensibilidad, el cual busca respuestas y experiencia. En la

mayoría de estas novelas, al inicio el personaje sufre una

pérdida emocional y es eso lo que lo lleva a iniciar su viaje

espiritual. La meta en este tipo de novelas es la madurez y

el protagonista logra su meta gradualmente. Los valores de la

sociedad son aceptados o reformulados por el personaje y los

errores y decepciones se terminan. Además, en ocasiones el

personaje ayuda a otros tras alcanzar la madurez.

1

Las novelas bildungsroman representan un proceso de cambio en

el que los valores iniciales son transformados. El cambio

sucede a través de la reflexión y la internalización de

experiencias experimentadas por el personaje. En este tipo de

novelas, la educación se entiende como una actividad autónoma

y no como la intención de inculcar preceptos ni dogmas. Por

esta razón, la bildungsroman muestra cómo el protagonista

aprende a pensar de manera independiente.

2

Aunque esas son las características generales de las

bildungsroman, en cada una de ellas el protagonista tiene un

proceso de transformación diferente. Los cachorros es

una bildungsroman peculiar. En esta novela, el protagonista sí

sufre una pérdida, y se muestra el crecimiento del personaje,

pero las decepciones del protagonista nunca se terminan.

2. La niñez

1

http://www.princeton.edu/~achaney/tmve/wiki100k/docs/Bildungsroman.html

2

Berman, Russell A., en The Cambridge companion to the modern german novel. Ed.

Graham Bartram. Cambridge, University Press, 2004, pág. 78

Al inicio de la novela, el personaje de Cuéllar es un niño

que va en tercero de primaria. El narrador lo describe como

un niño que se esforzaba mucho en sus estudios y también en

el deporte. Le gustaba sobresalir en la escuela, pero no era

presumido. Era amable con sus compañeros, alegre y juguetón:

Nos soplaba en los exámenes y en los recreos nos convidaba

chupetes, ricacho, tofis, suertudo, le decía Choto, te dan

más propina que a nosotros cuatro, y él por las buenas

notas que se sacaba, y nosotros menos mal que eres buena

gente, chanconcito, eso lo salvaba.

3

Los padres de Cuéllar lo cuidaban mucho y le prohibían

distraerse de sus estudios. Cuéllar no podía jugar tanto

tiempo con sus amigos porque sus padres le exigían que

dedicara la mayor parte de su tiempo a sus tareas escolares.

Cuando Cuéllar iba en cuarto año de primaria, sucedió el

acontecimiento que cambia completamente el futuro del

personaje: un perro llamado Judas lo muerde en la

entrepierna. Cuando es llevado al hospital, los médicos le

realizan una operación en la cual le extirpan parte de sus

órganos genitales.

3

Vargas Llosa, Mario. Los jefes. Los cachorros. (1967). México, Alianza, 1986,

pág. 106

Este acontecimiento afectó la niñez de Cuéllar porque todas

las personas a su alrededor cambiaron su comportamiento hacia

él. Sus padres dejaron de exigirle la excelencia académica y

le permitieron jugar más con sus amigos. Además, le daban más

dinero y le compraban más cosas, como patines y bicicleta.

El comportamiento de los profesores cambió. Sentían culpa

porque el accidente había sucedido en la escuela. Como

consecuencia de la culpa, le exigían menos que a los otros

estudiantes y le ponían buenas calificaciones aunque Cuéllar

ya no se esforzaba tanto como antes.

Lo que más afectó a Cuéllar fue el comportamiento de sus

compañeros, quienes le pusieron el apodo de Pichulita. Este

suceso ocasionó un cambio en la personalidad de Cuéllar: pasó

de ser un niño alegre y seguro de sí mismo a ser un niño que

lloraba a menudo y que en ocasiones trataba de defenderse de

sus compañeros golpeándolos.

Los amigos cercanos de Cuéllar –Choto, Chingolo, Mañuco,

Lalo- no cambian su amistad hacia él. Siguen incluyéndolo en

los juegos y demostrándole empatía. Sin embargo, cuando la

mayoría de los niños comienzan a llamarlo Pichulita, ellos

también lo hacen. No tienen la intención de lastimar a

Cuéllar, pero aún así él se entristece.

En la mayoría de las bildungsroman hay un acontecimiento que

implica una pérdida y que es la causa del inicio del viaje

espiritual del protagonista. En Los cachorros, la mordida del

perro es ese acontecimiento. Como consecuencia de ese

accidente, Cuéllar se da cuenta de que la mutilación de una

parte de su cuerpo le ocasiona ser señalado de por vida.

Cuando su niñez estaba por terminar, en sexto de primaria, se

da otro cambio muy importante en la personalidad de Cuéllar:

ya no muestra su tristeza y recupera un poco su carácter

alegre: “Poco a poco fue resignándose a su apodo y en Sexto

año ya no lloraba ni se ponía matón, se hacía el desentendido

y a veces hasta bromeaba, Pichulita no! Pichulaza ja, ja!”

4

3. La adolescencia

Cuando Cuéllar y sus amigos pasan a la escuela media, sucede

otro cambio en el camino espiritual del protagonista: Cuéllar

4

Ibídem, pág. 115

ya no se molesta por su apodo, sino que incluso lo

consideraba ya parte de sí mismo, como manera de mantenerse

integrado a su grupo social:

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