Momentos De La Evaluación

LEP. MARCO A. CHIM CHABLE.

¿EN QUÉ MEDIDA INVITAN LAS EVALUACIONES REVISADAS EN EL EJERCICIO ANTERIOR A REFLEXIONAR E INTERACTUAR AL ALUMNO, AL MAESTRO Y A FORTALECER EL APRENDIZAJE?

La evaluación es un proceso complejo pues debe delimitarse qué evaluar, cómo y cuándo en el proceso enseñanza aprendizaje, por lo cual conceptualizarlo es importante: “evaluar significa darle valor a un objeto, a una acción, a un servicio, en la vida cotidiana o en situaciones especificas”. (Dra. Martha D. Boserth).

Los aportes que dejó el siglo XIX a la evaluación, permitieron en las primeras décadas del siglo XX que los expertos continuaran con la convicción de aplicar nuevas pruebas.

Cabe destacar que en 1920 McCall hizo énfasis en que los profesores sean quienes construyeran sus propias pruebas objetivas, sin embargo para finales de 1940 surgieron movimientos que criticaban estas prácticas en la educación porque consideraban que el papel del docente era el de aplicador de instrumentos de evaluación. Fue hasta los años 1967 y 1968 cuando Tyler introdujo en su término de currículum el método sistemático de evaluación educativa, describiéndolo como el “proceso” para determinar en qué medida se alcanzaban los objetivos previamente establecidos; es desde aquí con base en la propuesta que se determina que se emita un juicio de valor a la información que se recabara.

Es en la primera década del siglo XXI que la evaluación experimenta una transformación importante tanto en su visión como en la acción, dando igual importancia a los aspectos cualitativos y cuantitativos, considerados parte esencial del proceso enseñanza aprendizaje.

La evaluación educativa es una actividad compleja, pero constituye una tarea necesaria y fundamental en la práctica docente.

Díaz Barriga refiere que dentro del hecho educativo se evalúa prácticamente todo, lo cual implica evaluar: aprendizajes, enseñanza, acción docente, contexto físico y educativo, programas, currículo, aspectos institucionales, etc.

Como docente se debe estar consciente de que la evaluación del proceso educativo debe ser constante dentro de un enfoque formativo contemplando funciones, características y momentos al elaborar la planificación de las actividades didácticas, dado que es indispensable para orientar los parámetros a seguir y alcanzar los aprendizajes esperados. Los alumnos y maestros se encuentran inmersos en el proceso educativo, lo que hace inminente concientizar al alumno de que su desempeño es evaluado de forma continua empleando diferentes instrumentos donde se concentran sus logros a lo largo del proceso.

Los docentes debemos concebir la evaluación como una herramienta indispensable para el desarrollo de nuestro quehacer pues al evaluar integralmente al educando durante los tres momentos (diagnóstica, formativa y sumativa) se obtiene información sobre el progreso o las deficiencias de cada uno de estos, permitiendo así realizar adecuaciones a la planeación.

Siendo las evaluaciones las que nos permiten ver y dar un resultado en los aprendizajes de los alumnos, ya que son estos los que se consideran en el desarrollo de la vida diaria de los alumnos y también de los maestros, porque si no se tiene o se lleva a cabo este proceso (evaluación) difícilmente se podrá concientizar acerca de las habilidades, conocimientos, destrezas y actitudes que muestren los alumnos.

La ausencia de rigor conceptual es característica de las diferentes propuestas de evaluación, lo cual justifica el análisis y la reflexión sobre el estado que guarda actualmente en el ámbito educativo.

En función de lo anterior tenemos que reflexionar que las prácticas evaluadoras, nos lleva a reformular los valores de partida, y de dónde venimos y hacia donde vamos; ya que no es posible evaluar a todos los alumnos de una clase con el mismo criterio, porque cada uno es diferente, lo que exige diferentes tipos de pruebas y criterios para nuestros alumnos.

La evaluación proporciona un medio para el continuo perfeccionamiento de un programa de educación, incluso para la comprensión con profundidad de los alumnos, por lo tanto proporciona un medio para el continuo perfeccionamiento del programa de educación y niveles de valoración;

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