Mujer que Florece

Mujer que florece

     En las redes sociales circula un mensaje sobre la maternidad que dice “Mi madre cambió su figura por una gran barriga, cambió su cartera por una pañalera, cambió sus noches tranquilas por largas trasnoches, cambió su maquillaje por grandes ojeras. Yo sí creo que existe la mujer perfecta y ella se llama mamá” (Reflexiones Jarecuz). Este mensaje hace alusión a los cambios o sacrificios por los que toda mujer pasa al convertirse en madre.

En cuanto al significado de la palabra madre, el diccionario de la Real Academia Española  nos proporciona una definición un tanto fría y simple “Mujer o animal hembra que ha parido a otro ser de la misma especie” (Real Academia Española, 2017), sin embargo, ser madre va más allá del simple hecho de “parir”. Ser madre es conocer, experimentar y vivir el amor en su máxima expresión; es tomar consciencia del hecho de serlo y convertirlo en una vocación. El Papa Francisco en su Encíclica Amoris Laetitia dice:

“La maternidad surge de una particular potencialidad del organismo femenino, que con   peculiaridad creadora sirve a la concepción y a la generación del ser humano. Cada mujer participa del misterio de la creación, que se renueva en la generación humana” (P.Francisco, 2016, Num.168 )

     Ser madre es lograr ver a cada hijo como individuo, pero amarlos por igual, significa ver sus defectos como oportunidades de aprendizaje, es creer  y trabajar firmemente por que en un futuro serán mejores personas.

     Ser madre es decir sí a la vida, es soñar un sueño real, es vivir con la esperanza de un mundo mejor.  La maternidad es una oración sin final, es escoger amarlos a pesar de sus travesuras y berrinches; es guiarlos por el mundo y enseñarles que siempre hay un futuro mejor, enseñarles a vivir con esperanza y a amar la vida, tal  como el Papa Francisco expresa. “Las madres son el antídoto más fuerte ante la difusión del individualismo egoísta. Son ellas quienes testimonian la belleza de la vida” (P.Francisco, 2016, Num.174).

        Medir los logros de una madre en su vida es tarea muy difícil, los retos que dia a dia se presentan, son inmumerables, sin embargo,  cada una, utilizando una perfecta combinación de positivismo y creatividad, encuentra la solución perfecta. Un conocimiento importante que toda madre debe aquirir y aceptar es el hecho de que con el tiempo los retos no desaparecen, solo cambian. (Callahan, Nolen, & Schumann, 2008)

      Tratar de ser la madre perfecta puede llegar a  ser agoviante y represetar un fracaso total. Aceptar la imperfección e incluso aprender de ella es importante. En el caos se puede econtrar alegria, tal y como el slogan de pañales  dice, la vida de una madre es  “una vida cahoticamente hermosa”.

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