Narraciones Extraordinarias Resumen Por Capitulo
Enviado por kidrauhlbizzle16 • 25 de Mayo de 2014 • 3.701 Palabras (15 Páginas) • 1.913 Visitas
Narraciones Extraordinarias por Edgar Allan Poe
Cuento 1: El Gato Negro
Un hombre que en su infancia fue dócil, bondadoso y por sobre todo amaba a los animales, creció con este carácter. Se casó joven, y su esposa compartí el mismo amor por los animales. Ellos tenían muchas bestias, pero entre ellas se destacaba una: un gato completamente negro, llamado Pluton. Este era el favorito del hombre. Por culpa del demonio su carácter y temperamento se alternaron y desde ese día comenzó a descuidar a sus animales con excepción de Pluton. Su enfermedad empeoró y le quito un ojo a Pluton y luego mató al animal ahorcándolo. Esa misma noche la casa del hombre se incendió y al aproximarse el señor hacia la multitud que se encontraba rodeando su casa observó la imagen de un gato igual a Pluton grabada en la blanca superficie. Él saca sus conclusiones sobre lo ocurrido. Luego de unos días este hombre encontró un gato igual a Pluton con la excepción de que tenía una macha indefinida en el pecho. Llevó a esta bestia hacia su casa. Pero luego de un par de días comenzó a odiar a este animal, hasta un punto que tenía intención de matarlo. Un día el señor bajó al sótano para realizar una tarea doméstica y el gato lo siguió. Intentó matarlo con un hacha pero su esposa lo detuvo y en un acto más que demoníaco, se soltó del brazo de la mujer y le clavó el hacha en la cabeza, y ello causó su muerte. El hombre pensó donde esconder el cuerpo y se le ocurrió detrás de la pared y así lo hizo. Pasaron 2 y luego 3 días y el señor no sentía culpa. El cuarto día la policía fue inesperadamente a la casa y la revisaron hasta que encontraron el cuerpo. Y el hombre descubre que sobre la cabeza de la mujer se encontraba el cuerpo de la bestia que asesinó.
Cuento 2: Manuscrito Hallado en una Botella
Un hombre muy inteligente y que ha viajado mucho, se embarcó en el año 18…, en el puerto de Batavia, en la isla de Java, para hacer un crucero al archipiélago de las islas Sonda. El navío era de condiciones excelentes, excepto por el arrumaje, que había sido mal hecho, y por lo tanto el barco escoraba. Comenzaron el viaje con muy poco viento a favor. Observó una nube extraña y permaneció mirándola mucho tiempo. La luna era rojo-oscura y el mar transparente hasta el punto de que se llegaba a ver el fondo. El aire era intolerablemente cálido. Este hombre creía que se aproximaba un huracán, se lo transmitió al capitán pero este no prestó atención. Esta inquietud no lo dejaba dormir, por lo tanto, a medianoche subió a la cubierta. En el transcurso del mismo, un rumor semejante al zumbido lo sorprendió. Antes de asegurarse de su significado sintió que el barco vibraba. Una violenta ráfaga arrasó con el capitán y todos los tripulantes, exceptuando a un viejo sueco y al hombre. El navío estaba destrozado. Naufragaron durante 5 días y 5 noches, alimentándose con una pequeña cantidad de melaza de azúcar. Los primeros 4 días navegaron hacia el sud-este. El quinto día fue muy frío. En el mediodía el sol llamó nuevamente la atención, no daba luz que mereciera propiamente tal nombre. Esperaron la llegada del sexto día, que para el sueco no llegó jamás y para el hombre todavía no había llegado. Alrededor de ellos todo era horror, había profunda oscuridad, el oleaje era muy alto. Creían que iban a morir, hasta que vieron acercarse un enorme barco. Pero algo que le dio terror fue que el barco tenía todas las velas desplegadas en medio de aquel huracán. Se acercaron al barco, su proa se rompió y subió al barco y pasó inadvertido a los ojos de la tripulación. Se escondió en la cala. Desde su refugio vio a un hombre que se movía con pasos inseguros y débiles. Pudo observar su apariencia general. Era de una avanzada edad. Le temblaban las rodillas, hablaba solo en un idioma que el hombre no pudo comprender. Este señor subió al puente y no lo volvió a ver. Tenía un sentimiento extraño que poseía su alma. Hace mucho que había subido a ese navío. Había tomado los materiales para escribir esto del camarote del capitán. Había observado el navío, dedujo que no era un barco de guerra, pero no pudo averiguar que sí era. El tamaño, el modelo los tipos de mástiles y otras cosas del barco le daban una sensación de algo familiar. El maderamen del navío estaba construido con un material que desconocía. Se había mostrado frente a los tripulantes y ellos no le prestaron la menor atención. Siguieron navegando hacia el sud. Este hombre cree que están destinados a rondar continuamente al borde de la eternidad, sin precipitarse en el abismo. Y que el barco está sometido a la influencia de alguna poderosa corriente, o una impetuosa resaca. Las aguas se alzaban cada vez más. Describe al capitán como un hombre de casi su estatura, cuerpo proporcionado y sólido, vejez, cabellos grises, ojos iguales a sus cabellos. Todo el barco estaba impregnado de vejez. El viento aumenta y como las velas estaban despegadas, por momentos el barco se levantaba sobre el mar. Se comienzan a precipitar en el torbellino, y entre el rugir, el aullar y el tronar del océano, el barco se estremece. Y se hunde.
Cuento 3: El Entierro Prematuro
Un hombre cuenta que la peor miseria humana es el entierro de un hombre vivo. Da ejemplos sobre ello. En primer lugar el de una mujer la cual padecía de una enfermedad. Tanto tiempo la padeció que murió, o creyeron que murió ya que presentaba todas las apariencias de la misma. La señora fue depositada en la bóveda familiar que quedó cerrada por 3 años. Un día para realizar un sarcófago abrieron la bóveda y la mujer cayo en los brazos de su marido muerta. Luego de una investigación se dedujo que la mujer revivió luego de dos días de su sepultura; cuando pudo salir de ataúd comenzó a golpear la puerta para llamar la atención y en ese momento murió. El segundo caso ocurrió en Francia en 1810. Madmoiselle Victorine Lafourcade, una mujer adinerada, se enamoró de un hombre llamado Julián Bossuet, pero decidió rechazarlo y casarse con monsieur Renelle. Este caballero descuidó el matrimonio e incluso llegó a maltratar a la dama. Luego de unos años juntos la mujer murió, o eso se creía. Fue inhumada en una tumba común en su tierra natal. Su esposo se dirige a la tumba para cortarle sus trenzas. Cuando desentierra el cuerpo se encuentra con que en verdad la mujer estaba viva. La llevó a su alojamiento y más tarde se la entregó a Bossuet. Juntos escaparon a América. Luego de veinte años deciden volver a Francia y monsieur Renelle los reconoce. El tercero es un caso que fue publicado en la revista de cirugía y trata sobre un hombre, oficial de artillería, que fue derribado por un caballo. Se le realizaron varios estudios, pero empeoraba. Así que se lo dio por muerto ya
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