Negocios.

- explique, ¿ porqué es importante el comercio internacional y quienes se benefician con el mismo? ponga 2 ejemplos (2 puntos)

La importancia del comercio internacional se puede medir por el volumen de mercancía exportada, que ha ido creciendo en cantidad absoluta y respecto a la producción doméstica, y por el grado de interdependencia de las economías mundiales. Además, el comercio internacional es un sustituto a la movilidad de los recursos. Finalmente, también afecta a los precios internos, al nivel de empleo, y a todas las acciones políticas del gobierno en materia doméstica.

Los principales beneficiarios serían las grandes empresas multinacionales. La realidad es otra: los más beneficiados serían los latinoamericanos pobres, quienes hoy pagan altos precios por sus alimentos, bienes y servicios básicos, gracias a la frecuente alianza de políticos, productores y sindicatos locales en mantener trabas a las inversiones extranjeras, a la vez que altos aranceles, cuotas y prohibiciones de importación. Los latinoamericanos ricos siempre podrán viajar a Estados Unidos y comprar barato.

Los países asiáticos que eran mucho más pobres y una decena de naciones del este de Europa, que apenas emergen del comunismo, gozan ya de niveles de vida muy superiores a los de América Latina.

2.- La especialización es una de las características más saltantes del sistema económico y los países tienden a aprovechar esas ventajas. Indique, ¿a qué tipo de especialización se refiere? ponga ejemplos (2 puntos)

La especialización y la división del trabajo precisan de un sistema con el que los individuos puedan vender sus excedentes y adquirir lo que necesiten. La forma más primitiva del intercambio es el trueque (uno intercambia un bien por otro).

Uno de los logros de la sociedad moderna, que se ha mantenido hasta nuestros días, es, sin duda, la división funcional del trabajo. Anteriormente ésta era muy tenue, y se esperaba que alguien que quisiera desenvolverse en el mundo supiera absolutamente de todo, no importaba si era literatura o fontanería. Ahora, sin embargo, hemos llegado al punto contrario, y la mayoría de las cosas que usamos cotidianamente no sabemos siquiera por qué funcionan o cómo lo hacen.

El ejemplo clásico es, por supuesto, el coche, algo que hace 30 años mi padre era capaz de arreglar con un poco de esparadrapo y algunos mazazos, hoy en día sería imposible, porque los más sofisticados sistemas electrónicos se han incorporado a todas sus funciones, desde abrir la puerta hasta medir la distancia en carretera con otros coches o calentar el asiento del conductor por si pasa frío. Si ahora se estropea nuestro vehículo, seguramente seamos completamente incapaces de contemplar el motor y distinguir algo más que el recipiente para el agua del parabrisas.

La burocracia extiende una red de relaciones formales completamente opaca, que disuelve la responsabilidad del poder y nos convierte de sujetos en objetos del sistema

En todo caso, el argumento se extiende a todas las facetas de la realidad, pues en la sociedad actual a la gente se la pide muy pronto que se especialice en algo, que es el camino del éxito, y que sirve muy bien, como ya dijo Ortega y Gasset, para convertirnos en auténticos analfabetos de cualquier aspecto de la realidad que no sea nuestra disciplina, en la que, eso sí, nos movemos como pez en el agua y nos creemos inteligentísimos. Sin embargo, seguramente no podamos cambiar una bombilla o arreglar un enchufe sin electrocutarnos o provocar un cortocircuito. Si ya nos piden que sepamos como funciona el ordenador a través del cual escribimos, el teléfono móvil a través del que hablamos o el MP4 con el que escuchamos música, nos daremos cuenta de que todo el abanico de nuestros sentidos está dominado por máquinas que, realmente, nos son verdaderamente desconocidas.

Pero no solamente existe esta división funcional que hace que cada individuo sólo conozca un aspecto muy pequeño de la realidad, con lo que lo coloca en interdependencia con los demás e impide cualquier intento de emancipación de la sociedad y del sistema. Si se te jode el internet, va a ser muy difícil convocar una manifestación antisistema por el Tuenti sin contar con el sistema. En todo caso, se da también una dejadez constante por parte de los trabajadores, que se aferran a sus obligaciones estipuladas para no hacer nada más de lo estrictamente necesario, y que sirven para dotar al sistema de una gran ineficacia en el momento

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