Nick Vujicic
Enviado por oscarocampo • 29 de Junio de 2015 • 1.319 Palabras (6 Páginas) • 451 Visitas
Introducción
De llamo Nick Vujicic (mi apellido se pronuncia: “voy-achich”).
Tengo veintisiete años y nací sin extremidades. Sin embargo,
mis circunstancias no me han limitado. Me dedico a viajar
por el mundo para motivar a millones de personas a sobreponerse
a la adversidad: a que lo hagan con fe, esperanza, amor y valor para
que puedan alcanzar sus sueños. En este libro compartiré contigo
la forma en que he lidiado con el infortunio y los obstáculos.
Algunos de estos obstáculos son inherentes a mi condición, pero,
en su mayoría, son universales y nos afectan a todos. Mi objetivo
es motivarte a vencer tus propios desafíos y dificultades para que
puedas encontrar tu propósito personal, así como el camino hacia
una vida completamente buena.
Es muy común sentir que la vida es injusta; las circunstancias y
los momentos difíciles pueden detonar la duda y la desesperación,
lo sé bien. Pero la Biblia dice: “Siempre que enfrentes tribulaciones,
recíbelas como si fueran alegría pura”. Me costó muchos años
aprender este tipo de lección. Finalmente pude entenderlo, y ahora,
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Una vida sin límites
a través de mis experiencias, puedo ayudarte a ver que la mayoría
de los problemas que enfrentamos nos ofrecen la oportunidad de
descubrir quiénes debemos ser y cuáles de nuestros dones podemos
compartir para beneficiar a otros.
Mis padres son cristianos devotos, sin embargo, cuando nací sin
brazos ni piernas se preguntaron qué era lo que Dios había planeado
al crearme. Al principio asumieron que no habría esperanza
ni futuro para alguien en mis condiciones, que nunca podría tener
una vida normal o productiva.
No obstante, hoy mi vida es mucho más grande de lo que pude
haber imaginado. Todos los días conozco a gente nueva a través del
teléfono, el correo electrónico, los mensajes de texto y de Twitter.
La gente se me acerca en los aeropuertos, hoteles y restaurantes. Me
abrazan, me dicen que, de alguna manera, he tocado sus vidas. He
sido profundamente bendecido. Soy espectacularmente feliz.
Mi familia y yo nunca previmos que mi discapacidad —mi “carga”—
también podría ser una bendición, que me ofrecería oportunidades
inigualables de contactar a otros, de desarrollar empatía
con ellos, de comprender su dolor y ofrecerles consuelo. Por supuesto,
yo tengo desafíos particulares, pero también cuento con
una familia amorosa, una mente muy alerta y con una fe profunda
y perdurable. A lo largo de este libro seré honesto, compartiré contigo
el hecho de que mi fe y mis propósitos se fortalecieron sólo
después de haber atravesado momentos bastante aterradores.
Verás, cuando entré en los difíciles años de la adolescencia, el
tiempo en que todos nos preguntamos cuál es nuestro sitio, mis
circunstancias me causaron desesperación, la sensación de que nunca
sería “normal”. No había manera de ocultar que mi cuerpo era
diferente al de mis compañeros de clase. Aunque traté de realizar
actividades ordinarias como nadar y andar en patineta, sólo lograba
darme cuenta, cada vez más, de que sencillamente había cosas que
nunca podría hacer.
Introducción
(*
Claro que tampoco fue de gran ayuda que algunos chicos crueles
me llamaran “fenómeno” y “alienígena”. Por supuesto, soy demasiado
humano y deseaba ser como los demás a pesar de que no
tenía gran oportunidad de lograrlo. Quería que me aceptaran, pero
sentía el rechazo. Quería pertenecer, pero no parecía ser posible. Al
final, me había topado con un muro.
Me dolía el corazón, estaba deprimido y los pensamientos negativos
me abrumaban; no le encontraba ningún sentido a mi existencia.
Incluso cuando estaba rodeado por mi familia y amigos, me
sentía solo. Me preocupaba ser siempre una carga para aquellos a
quienes amaba.
Pero estaba muy, muy equivocado. Podría llenar un libro enumerando
todo lo que ignoraba en aquellos días oscuros: un libro
como el que sostienes ahora. En las siguientes páginas te ofreceré
métodos para encontrar esperanza aun en medio de los arduos
desafíos y las peores tribulaciones. Voy a iluminar el camino que
lleva al otro lado de la pena, ahí en donde puedes resurgir con más
fuerza, determinación y poder para buscar la vida que deseas y, tal
vez, para que incluso encuentres una vida más grande de lo que te
imaginas.
Si tienes el deseo y la pasión para hacer algo y si esa es la voluntad de
Dios, lo lograrás. La anterior es una frase muy poderosa,
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