PEDAGOGIA, DIDACTICA Y CURRICULO

Dentro de la reflexión sobre la educación estos tres conceptos están orientados a conocimientos, habilidades, valores, competencias que orientan los procesos educativos. Como procesos se orientan a seleccionar y organizar el conocimiento y sobre todo, de seleccionar la cultura, en la que se incluye los valores y las competencias.

La pedagogía conceptualiza, aplica y experimenta los conocimientos referentes a la enseñanza de los saberes específicos en las diferentes culturas. La didáctica nos hace referencia a la manera de explicar, comprender y transformar la realidad del aula. El currículo permite planificar las actividades académicas.

Podemos entender estos tres términos como un conjunto de experiencias en la planificación, orientación y aplicación de un proceso de enseñanza y aprendizaje pues esta posibilidad surge como reacción a la que centraban estos términos como contenidos, proponiéndose definirlos como el conjunto de experiencias educativas derivadas de las oportunidades de aprendizaje que ofrece la escuela.

¿Qué relación se ha dado entre la pedagogía, la didáctica y el currículo? Esto nos interesa porque, además de que se conectan de forma especial con la perspectiva actual en la reflexión sobre la educación, hay definiciones que plantean que en nuestro contexto la relación entre estos tres conceptos de intervención y análisis ha tenido características peculiares que pueden enseñarnos algo acerca del pasado, del presente y del futuro de la educación.

En primer lugar cabe decir que ésta es una relación comúnmente analizada en todos los campos de la educación. La larga tradición de ésta y la preeminencia reciente en nuestro contexto educativo han hecho necesario detenerse a observar de qué forma se han dado sus relaciones prácticas y teóricas.

Se avanzaba, también en nuestro contexto, en una visión de estos conceptos más amplia que la meramente metodológica pero al ampliar el campo de estos tres términos o focalizarlos solo en cuestiones culturales, quizás se incurría en complicar el propio desarrollo de los mismos reduciéndolos solo al campo de la didáctica; de alguna forma esa ampliación del campo y del objeto de estudio venía a complicar aún más una situación marcada por el hecho de que “la profesionalización didáctica ha venido regida históricamente sólo por lo cultural (por los contenidos culturales a enseñar-aprender) y no por la preparación en el conocimiento de ese proceso de enseñanza-aprendizaje, que mirado solo desde la didáctica es el que tiene sentido y el que debe marcar la acción profesional” .

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