Pensamiento occidental: Binarismos

Soledad Maciel

Pensamiento occidental: Binarismos

Jaques Derrida cuestiona el pensamiento occidental, este pensamiento se basa en la idea de un centro: un origen, una verdad, una forma ideal, un punto fijo, una esencia, un Dios, una presencia, y ese centro garantiza todos los significados. Esta idea de centro genera opuestos binarios y Derrida se vale de un método, que ha causado un impacto en las teorías de la interpretación, la deconstrucción, para cuestionar este pensamiento.

El logocentrismo es una categoría de centralidad entre los binarismos que son una característica del pensamiento occidental. Frente a un primer término, siempre hay otro que se le opone, por ejemplo: presencia/ausencia. Cuando se produce un binarismo se abre un espacio de análisis o crítica frente al pensamiento occidental. El pensamiento occidental se plantea en binomios, de este modo plantea principios duales: adentro/afuera; forma/significado; presencia/ausencia, y a través de estos binarismos se conforman redes de discursos.

La deconstrucción en el sentido de Derrida, produce reflexiones para ser pensadas en el campo de la cultura, por ejemplo, un principio binario muy marcado en nuestra sociedad es el de género, el eje de este juego de oposiciones hombre/mujer es el falocentrismo como espacio de poder que ejercen los hombres: lo masculino sobre lo femenino. Otro binarismo importante en la cultura occidental que ha atravesado otras culturas y negado otros modos de concebir mundos es el de civilización/barbarie, este binomio es el que sostiene o fundamenta el colonialismo en su forma más animalizada. Es decir, el binarismo hace a nuestra cultura y forma parte de nuestro lenguaje, es el modo en que construimos al otro.

Entonces podemos decir que el pensamiento occidental se fundamenta en la idea de centro. Idea que genera términos opuestos, es decir, binarismos cuyo primer término prevalece sobre el segundo, por ejemplo: espíritu/materia.

Para Derrida decir que todo es un texto es decir que todo es interpretable y, cuando habla de deconstrucción no está pensando en una destrucción, sino que por el contrario habla de desmantelamiento. Los signos tienen sentido, simplemente en función de sus diferencias en relación con otros signos. La différence es un neologismo basado en el verbo francés différer que tiene dos acepciones diferente de y aplazar o postergar, combina los dos significados porque ningún signo puede fijar de forma permanente los significados. Los significados no existen en forma natural para ser anclados por el lenguaje ya que el significado se produce a través del juego de sus diferencias.

El signo es lo que aplaza, lo que diferencia, todo sistema de signo pone en juego la imposibilidad de poder apropiarnos del mundo, los signos son mediadores, es decir, la relación que todo hablante tiene con el mundo es con los signos. Nunca podemos apropiarnos de

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