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Poesia El Tabaco


Enviado por   •  2 de Junio de 2013  •  561 Palabras (3 Páginas)  •  1.478 Visitas

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POEMA TABACO

Voy a referirles un caso curioso,

que a muchos de Ustedes,

puede serles muy provechoso,

Ursulina y Paco que se idolatraban,

para el matrimonio horas les faltaban,

unos días antes con gran embeleso

Ursulina y Paco se dieron un beso,

más ella al besarle, le dice a su Paco

¡Ay Hombre!, como te huele la boca a tabaco,

si no dejas ese vicio maldito,

ya no nos casamos querido Paquito.

Desde aquél entonces dejó Paco el vicio,

haciendo al dejarlo un gran sacrificio,

triunfo la coyunda de la nicotina,

y por fin se unieron Paco y Ursulina.

La Noche de bodas hubo alegremente

comilona y baile, como es consiguiente.

Terminado el baile Paco al momento

se llevó a Ursulina para su aposento,

Ursulina, esperaba como toda esposa

que ahí él, le dijera alguna cosa,

pero el trufán de Paco se hizo el distraído

y profundamente se quedó dormido,

Ursulina a Paquito no le dijo nada

de aquella conducta tan inesperada,

pensando que el pobre se hallaba cansado,

aunque no era propio de recién casado.

Paso una semana sin que Paco diera

a su linda esposa ni un beso siquiera,

ni de hacerle un mimo Paco se acordaba,

ni tampoco Ursulina se lo insinuaba,

porque no es correcto que ninguna esposa

deje de ser digna y pudorosa.

Más de aquél estado se canso de fijo

y una noche a Paco Ursulina le dijo

que te pasa Paco?, te veo tan triste

es que de casado ya te arrepentiste?

y el fresco de Paco se hacia el dormido

y le contestaba con algún ronquido

A la madre entonces frente a aquél fracaso,

Ursulina corriendo fue a contarle el caso,

y la vieja vino hecha un basilisco,

y le dice al yerno !oye tu Francisco!,

¿Quieres explicarme inmediatamente,

el porque mi niña te es indiferente,

es que no lo sabes o no lo supones

de todo casado las obligaciones?.

Si lo sé Señora, eso se adivina

más la culpa de todo la tiene Ursulina,

¡Que ya no fumara!, ya me lo ha exigido,

y yo sin tabaco, soy hombre perdido,

no puedo animarme, no tengo energía,

no tengo carácter, no tengo alegría.

La madre y la hija dejaron a Paco

y corriendo fueron a comprar tabaco.

Entre picadura cigarrillo y puro

se gastaron ciento treinta y siete duros

y desde el momento en que llegó el tabaco

comenzó la dicha de Ursulina y Paco,

cada vez que un puro Paco se fumaba

de una nueva dicha Ursula gozaba

y los dos contentos, y los dos dichosos

eran un modelo de buenos esposos

A los pocos días de esa paz bendita

de

...

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