¿Por Qué Se Debe Enseñar Las Matemáticas A Través De La Resolución De Problemas En El Siglo XXI?

La matemática a pesar de ser definida como una ciencia formal y de estudiar las propiedades y las relaciones entre entes abstractos ha tenido desde sus comienzos un fin práctico como una herramienta esencial en muchos campos que aparentemente no están vinculadas con ella (Wikipedia, 2013).

En este sentido la idea de Costa en relación a los conceptos de las materias como fundamentos mínimos para poder centrarse en los verdaderos objetivos de la educación, ubican a las matemáticas en la base del desarrollo del conocimiento humano que se necesita en la sociedad actual. Lo anterior, teniendo en cuenta que, desde la perspectiva de Costa, uno de los objetivos principales de la educación es la solución colectiva de problemas se hace necesario por lógica que la enseñanza de las matemáticas se desarrolle también a través de la resolución de problemas.

Leroy Hay se refiere a este tipo de capacidades como habilidades del pensamiento (2001). Estas habilidades son el resultado de un cambio histórico debido a la transformación de las necesidades de las dinámicas del trabajo en Estados Unidos que llevaron a las sociedad industrial de antes de los años 50 a la era de la información actual (Hay, 2001).

Así, en la era de la información “la relación entre educación e información debe cambiar” hacia “la habilidad para acceder fácilmente a información precisa y relevante, para aplicarla a la resolución de un problema y comunicar efectivamente los resultados tanto de manera verbal como gráfica” (Hay, 2001, p. 9).

Por otro lado Costa, refiriéndose a los estudiantes de la sociedad actual del conocimiento, afirma que “requieren de destrezas hoy, que no se adquieren de aprender únicamente contenidos” (2001, p. 1). Asimismo aludiendo a Leibowitz y Seiger-Ehrenberg hace referencia a la idea aceptada erróneamente de que en la apropiación de contenidos estaba implícito el estar preparado para dar solución a problemas complejos (2001). Con toda razón entonces, Costa defiende que “el proceso es el contenido” (2001. P. 2) para propiciar un cambio radical en la concepción de la educación.

Un cambio que tiene que ver con “enseñar por medio de problemas concretos, relevantes y atractivos sirve como base para un aprendizaje integral y no solo de una variedad de temas sino también de los mismos procesos de solución de problemas” (Costa, 2001, p. 2).

Se puede decir que en términos generales la educación nos prepara para el futuro. Pero en la era de la información y el conocimiento la idea de futuro es cada vez más incierta. La preparación no puede consistir en acumular información necesaria para dar respuesta a las múltiples posibilidades que se nos presenten porque es imposible predecir tantas posibilidades cuando “la información en el 2020 se doblará en 73 días” (Costa, 2001, p. 1). Así que aprender matemática no puede consistir simplemente en la recopilación

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