¿Porque Leer Los Clasicos?

Por qué leer los clásicos Italo Calvino, de padre y madre italianos, nació en una pequeña provincia cerca de La Habana Cuba en 1923. Su educación fue interrumpida en 1943, cuando fue llamado al servicio militar. Se graduó en Letras, y tiempo después fue parte del Partido Comunista Italiano, en donde consigue ser contratado por una editorial y allí comienza su carrera como escritor. Sus obras más importantes son: El vizconde demediado (1952), El caballero inexistente (1959), El barón rampante (1957), Las ciudades invisibles (1972), y Palomar (1983) entre otras. En 1985 muere en Siena, Italia por un ataque cerebral. Su obra inconclusa Seis Propuestas Para el Próximo Milenio es publicada poco después. El texto Por Qué Leer los Clásicos se trata, brevemente, de la importancia que le da Calvino al contenido de los clásicos. Se enfoca mucho en la relación de la juventud y la madurez con el efecto que se tiene al leer un clásico por primera, segunda o tercera vez, en el descubrimiento (o redescubrimiento) de nuevos o viejos conocimientos y de sí mismo o la relación personal que se pueda encontrar en ellos. ¿Qué es un clásico? La percepción que se tiene sobre los clásicos puede variar según todo tipo de factores como edad, contexto cultural y demás, pero hay ciertas cosas en común que se cree sobre éstos. Los clásicos son obras cuyos temas son poco actuales, libros demasiado largos con un lenguaje difícil de comprender. En la actualidad hay pocas personas que se toman el tiempo de disfrutar estas obras por simple placer, si no se leyeron en el pasado, no hay tiempo para hacerlo ahora. “Un clásico es un libro que nunca termina de decir lo que tiene que decir.” (Calvino, 15) En un clásico nunca se modifica su contenido, pero de alguna forma, al mirarlos desde una nueva perspectiva proporcionada por cambios sociales, históricos, culturales y hasta un cambio en nuestra persona, la forma en la que percibimos y entendemos lo que el autor quiere comunicar.

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