Primer Capítulo De David Ricardo
Enviado por LuS.1 • 28 de Abril de 2014 • 2.073 Palabras (9 Páginas) • 528 Visitas
Capitulo 1. Sobre el valor
Sección I: El valor de un articulo, o sea la cantidad de cualquier otro artículo por la cual puede cambiarse, depende de la cantidad relativa de trabajo que se necesita para su producción, y no de la mayor o menos compensación que se paga por dicho trabajo.
Adam Smith observaba que la palabra Valor tiene dos significados diferentes, el primero, llamado “valor de uso”, expresa la utilidad del objeto y el segundo, llamado “valor en cambio” expresa la capacidad de comprar otros bienes. Es así como llega a la conclusión de que generalmente los bienes con gran valor de uso tienen poco valor en cambio, como el agua y el aire, mientras que los que tienen un gran valor en cambio tienen un poco valor de uso, como el oro.
Por poseer utilidad, los bienes obtienen su valor en cambio de dos fuentes: de su escasez y de la cantidad de trabajo requerida para obtenerlos.
Existen ciertos bienes cuyo valor esta determinado tan solo por su escasez. Ningún trabajo puede aumentar la cantidad de dichos bienes y, por lo tanto, su valor no puede ser reducido por una mayor oferta de los mismos. Sin embargo, la mayoría de los bienes que son objetos de deseo pueden producirse en mayor cantidad, mediantes el ejercicio de la actividad humana, y en cuya producción opera la competencia sin restricción alguna.
En las etapas iníciales de la sociedad, el trabajo fue el precio primitivo. Adam Smith que sostenía que todas las cosas se vuelven más o menos valiosas en proporción a que se empleare más o menos trabajo en su producción instituyó también otro patrón de medida del valor, y habla de cosas que son más o menos valiosas, según se cambien por una cantidad mayor o menos de dicha medida normal. Pero si esto fuera cierto, si la recompensa del trabajador estuviera siempre en proporción a lo producido por él, la cantidad de trabajo empleado en un bien, y la cantidad de trabajo que este mismo bien adquiriría serían iguales, y cualquiera de ellas podría medir con precisión las variaciones de otras cosas: pero no son iguales; en muchas ocasiones, la primera es bajo muchas circunstancias una norma invariable, que indica correctamente las variaciones de otras cosas; la última está sujeta a tantas fluctuaciones como experimenten los bienes que con ella se comparen, ya sea el producto oro o cereales.
En un país puede necesitarse en determinada época doble cantidad de trabajo para obtener una cierta cantidad de alimentos y artículos necesarios, del requerido en otra época mucho más tardía. Sin embargo, la recompensa del trabajador puede haber disminuido muy poco. No puede ser correcto, pues, decir con Adam Smith “…que como el trabajo muchas veces podrá comprar más y otras menos cantidad de bienes…”, lo que varia es el valor de los mismos y no el trabajo que los adquiere.
Sección II: Las distintas calidades de trabajo son remuneradas de diferente modo. No es, ésta, una causa de variación del valor relativo de los bienes.
La valuación de las distintas calidades de trabajo se ajusta rápidamente en el mercado para los fines prácticos y depende mucho de la destreza comparativa del trabajador así como de la intensidad del trabajo realizado. Una vez establecida esa escala, está sujeta a pocas variaciones. Por consiguiente, al comprar el valor del mismo bien, en distintos periodos, la consideración de la destreza comparativa y de la intensidad del trabajo necesario para obtener el bien en cuestión, raras veces necesitan ser tenidas en cuenta, ya que influyen por igual en ambos periodos.
Sección III: El valor de los bienes no sólo resulta afectado por el trabajo que se les aplica de inmediato, sino también por el trabajo que se empleó en los instrumentos, herramientas y edificios con que se complementa el trabajo inmediato.
Sección IV: El principio de que la cantidad de trabajo empleada en la producción de bienes determina su valor relativo, considerablemente modificado por el empleo de maquinaria u otro capital relativo y duradero.
Esta diferencia en el grado de durabilidad del capital fijo, y esta variedad en las proporciones en que ambas clases de capital pueden combinarse, introduce otra causa, dicha causa es el aumento o reducción del valor del trabajo.
Según la rapidez con que perece el capital y requiere frecuente reproducción, o es de consumo lento, se le clasifica como capital circulante o fijo. Cervecero, cuyos edificios y maquinarias son valiosos y durables, emplea capital fijo: cuyo capital se utiliza principalmente para pagar salarios que se gastan en alimentos e indumentaria, utiliza una gran proporción de su capital en aquello que denominamos capital circulante.
Dos industrias pueden entonces emplear la misma cantidad de capital; pero éste puede estar muy diversamente repartido con respecto a la porción fija y a la circulante.
En una industria puede emplearse muy poco capital, como circulante, es decir, para asistir al trabajo –y en cambio puede encontrarse invertido, en su mayor parte, en maquinaria, implemento, edificios, capital cuyo carácter es comparativamente fijo y duradero.
Lo mismo sucedería con los tejidos y paños de algodón, si ambos fueran producidos en circunstancias precisamente similares; sin embargo, con un aumento o una disminución de salarios, la cebada sería más o menos valiosa en comparación con los tejidos de algodón, y la avena con el paño.
El mismo número de individuos para cultivar maíz; al final del año, cada una de las máquinas tendría el mismo valor que el maíz, ya que cada una de las máquinas tendría el mismo valor que el maíz, ya que cada una de ellas fue producida con la misma cantidad de trabajo. Igualmente los del fabricante de tejidos de algodón, serán el resultado del trabajo de doscientos hombres empleados durante un año, mientras que el maíz será producido por el trabajo de cien hombres en un año. Los capitalistas emplean exactamente la misma cantidad de trabajo anual para la producción de sus bienes, y sin embargo, los bienes que producen difieren en su valor, por razón de las distintas cantidades de capital fijo de trabajo acumulado, respectivamente utilizada por cada uno.
El valor del trabajo no puede aumentar sin una reducción de las utilidades. Todos los bienes que se producen con maquinaria muy valiosa, o en edificios también muy costosos, o que requieren un
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