Primer Capitulo- David Ricardo
Enviado por caroooo2 • 31 de Octubre de 2012 • 2.716 Palabras (11 Páginas) • 1.597 Visitas
CAPITULO 1: SOBRE EL VALOR.
SECCIÓN I
El valor de un artículo, o sea la cantidad de cualquier otro artículo por la cual puede cambiarse, depende de la cantidad relativa de trabajo que se necesita para su producción y no de la mayor o menor compensación que se paga por dicho trabajo.
Ricardo nos dice que para Smith la palabra valor tiene dos significados que serian el valor de uso y el valor de cambio, que las cosas que tienen un gran valor de uso en muy pocas veces tienen un gran valor de cambio o viceversa, las cosas con muy mucho valor de cambio tienen un pequeño valor de uso.
El valor de algunos bienes esta determinado tan solo y de la cantidad de trabajo necesario para obtenerlas.
Hay mercancías cuyo valor esta determinado exclusivamente por su escasez. La cantidad de estos bienes no puede aumentarse con el trabajo y su valor no puede verse reducido por un aumento de la oferta como lo son las estatuas, cuadros caros, libros monedas escasas, vinos de especial calidad, etc. Su valor es independiente por completo de la cantidad de trabajo que haya sido necesaria ordinariamente para producirlos, y varía con las variaciones de la riqueza y los gustos de quienes desean poseerlos.
En un país puede necesitarse en determinada época doble cantidad de trabajo para obtener una cierta cantidad de alimentos y artículos necesarios, del requerido en otra época mucho más tardía. Sin embargo la recompensa del trabajador puede haber disminuido muy poco. Si los salarios del trabajador en la primera época estuviesen constituidos por una cierta cantidad de alimentos y de productos indispensables, con toda probabilidad no hubiera podido sustituir, si esa cantidad se redujera.
No puede ser correcto, pues, decir con Adam Smith que como el trabajo muchas veces podrá comprar mas y otras menos cantidad de bienes, lo que varia es el valor de los mismos, y no el trabajo que los adquiere, y por consiguiente, el trabajo, al no variar nunca de valor, es el único y definitivo patrón efectivo por el cual se comparan y estiman los valores de todos los bienes.
El precio real de cualquier cosa, dice Adam Smith, es lo que realmente le cuesta al hombre que quiere adquirirla, son las penas y las fatigas que su adquisición supone. Lo que realmente vale para el que ya la ha adquirido, y desea disponer de ella, o cambiarla por otros bienes, son las penas y fatigas de que lo liberaran, y que podrá imponer a otros individuos. El trabajo fue, pues, el precio primitivo, la moneda originaria que sirvió para comprar y pagar todas las cosas.
Si la cantidad de trabajo cristalizada en los bienes determina su valor en cambio, cualquier aumento de la cantidad de trabajo debe elevar el valor de este bien sobre el que se ha aplicado, así como cualquier disminución debe reducir su valor. Iba sostener que todas las cosas se vuelvan más o menos valiosas en proporción a que se empleara más o menos trabajo en su producción-, instituyo también otro patrón de medida del valor, y habla de cosas que son más o menos valiosas, según se cambien por una cantidad mayor o menor de dicha medida normal.
Si la recompensa del trabajador estuviera siempre en proporción a lo producido por él, la cantidad de trabajo empleado en un bien, y la cantidad de trabajo que este mismo bien adquiera serian iguales y cualquiera de ella podría medir con precisión las variaciones de otras cosas.
Es correcto en cambio afirmar como lo hizo Adam Smith la única circunstancia que puede servir de norma para el cambio reciproco de diferentes objetos parece ser la proporción entre las distintas clases de trabajo que se necesitan para adquirirlos o en otras palabras que la cantidad comparativa de bienes producidos por el trabajo es la que determina su valor relativo presente o pasado y no las cantidades comparativas de bienes que se entregan al trabajador a cambio de su trabajo.
SECCIÓN II
Las distintas calidades de trabajo son remuneradas de diferente modo. No es, esta una causa de variación del valor relativo de los bienes.
Al tomar el trabajo como base de todo valor y de cantidad relativa de trabajo como determinante del valor relativo de los bienes, no se pasa por alto las diferencias que existe en cada trabajo (calidad y dificultada). La variación de las distintas calidades del trabajo se ajusta rápidamente en el mercado para los fines prácticos y depende mucho de la destreza comparativa del trabajador así como de la intensidad del trabajo realizado. Una vez establecida esa escala esta sujeta a pocas variaciones. Un ejemplo que Ricardo nos pone es el trabajo diario de un joyero y la labor diaria de obrero común, el trabajo del joyero es más valioso ya que ha sido ajustada desde hace mucho.
Cualquier desigualdad que originariamente haya existido en ellas (cualquier nivel de ingenio, destreza, tiempo) seguirá siendo la misma desigualdad de una generación a otra, y esta no va a variar a no ser en espacios de tiempos considerables.
La riqueza o la pobreza de la sociedad, su estado progresivo estacionario o decadente no tiene una gran influencia en la proporción tanto de los niveles de los salarios como de los beneficios en los distintos empleos. Esas revoluciones en el bienestar general aun cuando generalmente afecta los niveles generales, lo mismo de los salarios que de los beneficios a la postre afecta por igual las distintas clases de empleos así la proporción entre ellos continua manteniéndose igual y no puede alterarse por tales revoluciones a no ser en un espacio considerable de tiempo.
SECCIÓN III
El valor de los bienes no solo resulta afectado por el trabajo que se les aplica de inmediato, sino también por el trabajo que se empleo en los instrumentos, herramientas y edificios con que se complementa el trabajo inmediato.
El capital logrado por una persona como por ejemplo el cazador, será necesario para matar a su presa y el valor de dicha mercancía no solo depende del trabajo necesario y el tiempo sino también del capital invertido en la compra de instrumentos necesarios para fabricar la mercancía y llevarla al mercado.
La suma de las diversas cantidades de trabajo determina la cantidad de otras cosas. Si se necesitan menos hombres para cultivar algodón o si se emplearon menos marineros para tripular barcos o menos obreros en la construcción de los buques que transportan la fibra; si se utilizaron menos personas en la construcción del edificio y en la fabricación de la maquinaria, o si las instalaciones, una vez efectuadas tuvieran un rendimiento más eficiente las medias bajarían inevitablemente de valor y por consiguiente se cambiaran por una cantidad menor de otras cosas. El ahorro de mano de obra reduce el valor
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