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RE: Foro De Discusión 3


Enviado por   •  23 de Noviembre de 2014  •  2.151 Palabras (9 Páginas)  •  202 Visitas

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“Oratoria es persuasión”:

Credibilidad en el discurso eficaz.

Por: Damaris

INTRODUCCIÓN

Desde la antigüedad el arte de comunicarse eficazmente ha sido estudiado con gran interés. Anteriormente, lo que hoy conocemos como escrituras sagradas, conocimiento científico e incluso filosófico, fue transmitido por generaciones y generaciones a través de la tradición oral: el uso de la palabra hablada, mucho antes de que existiera la escritura, la imprenta e incluso los libros de texto.

Esta realidad nos lleva automáticamente a una reflexión: como docentes, y por tanto, como medios facilitadores de conocimiento y formadores de criterios, el uso de la palabra hablada, es hoy una herramienta fundamental y consustancial a nuestra profesión. Es decir, determina y hace la diferencia entre un buen contenido (aquello que puede estar en los libros) y una buena clase (cómo lo explica el docente); y finalmente eso redunda en una mejor comprensión y aprendizaje del conocimiento por parte de nuestros alumnos.

Es por esa razón que el presente ensayo partiendo del tema central de esta unidad (habilidades del comunicador eficaz), buscará explicar cuáles son las principales herramientas que se tienen como orador y comunicador para lograr un discurso eficaz basado en un punto fundamental: la credibilidad del mensaje.

Por tanto, se comenzará por explicar la ambivalencia de esa credibilidad, a través de dos criterios estudiados históricamente: la emoción y la razón, y como ambos influyen en la persuasión que se logra a través del mensaje.

Asimismo, en un segundo punto, se abordará la conocida tripartita griega en el arte de la retórica y muy bien aplicada también a la oratoria: “logos, ethos y pathos”, apoyándose en el material de lectura recomendado, así como otros especializados que han sido consultados para mejorar el presente ensayo.

Y por último, se abordará un punto que a mi consideración debe ser rescatado del tema, dado su gran importancia para la aplicabilidad práctica: el orador ético, una categoría a la que se hizo mucha referencia en el texto de consulta, pero que quisiera complementar con el estudio de las falacias, lo que hará más comprensible los errores éticos en los que se puede caer como orador durante la exposición de un tema determinado.

Todo esto con el objetivo de reflexionar acerca del tema y aportar teóricamente más herramientas que pudiesen ser útiles como docentes y finalmente como “seres sociales”, en constante comunicación con el mundo.

Persuadir es: emocionar y convencer.

No podemos hablar de credibilidad sin referirnos a la persuasión. Si tuviese que elegir una palabra clave para definir claramente qué es un discurso eficaz, “persuasión” sería la indicada.

Como bien se ha explicado en el punto 2 del material de lectura (pág 3), desde la antigüedad los pensadores y grandes oradores de Grecia, Roma y otras civilizaciones, se han cuestionado cuáles son los mejores métodos para lograr la credibilidad en el discurso en la oratoria. De acuerdo a lo expuesto por el Doctor en Ciencia Política y especialista en comunicación efectiva, Paciano Padrón (2012), la oratoria o el arte de hablar en público está íntimamente relacionado con la persuasión desde los inicios de su estudio:

Para los romanos, en la voz de Cicerón “oratoria es el arte de hablar en público, de manera tal, que se persuada a los oyentes”, mientras que para Aristóteles, en representación del pensamiento griego, decía que “oratoria es la búsqueda de todos los medios de persuasión que tenemos a nuestro alcance”. Es decir, para ambos pensadores, la oratoria se centraba en la persuasión, por tanto un buen orador será aquel que tenga las mejores habilidades para persuadir a través de la palabra. De acuerdo al material de lectura encomendado, esa capacidad de persuadir es también conocida como “credibilidad”, en el sentido en que los oyentes se compenetran con el mensaje o lo reciben como verdadero, verídico o fiable.

Sobre este punto, el mencionado autor, (Padrón:2013), reflexiona sobre la credibilidad del discurso, atribuyéndole dos sentidos: la conmoción y la persuasión, entendiéndolos como representantes de dos elementos claves para todo discurso: la emoción y la razón.

De acuerdo al autor, un discurso para ser creíble o persuasivo debe cautivar a la audiencia con emociones y con razones. Así por ejemplo, cuando un educador o docente en una clase intenta explicar un concepto o una idea, será esta más creíble o aceptada por sus alumnos en tanto le exponga las razones (argumentos) que la sustenten y los vincule con las emociones que pudiese generar en sus alumnos. Supongamos que se trata de una clase de historia, quizá no bastarán las fechas y los nombres, también se pueden utilizar elementos emocionales como el sentimiento de patriotismo (amor a la patria), el dolor por la pérdida de un prócer de la independencia (sentido de identidad), entre otros, lo que reforzará el conocimiento de los alumnos pero también les hará sentirse identificados con el contenido que se esté impartiendo.

La tripartita griega: Ethos, logos y pathos.

Sin embargo, no todo en el discurso es emoción y razón. De acuerdo al material enviado, “La credibilidad se refiere a las cualidades que el público persigue en el orador como la honestidad, el conocimiento y dinamismo”. Reflexionando sobre esta definición, se puede encontrar un elemento nuevo en la composición del discurso del orador eficaz: el “ethos”.

En el material de lectura facilitado, “la honestidad se refiere al ethos, el carácter del orador”, y asimismo hace referencia a Aristóteles, quien en efecto, fue el clasificador del discurso persuasivo en esos tres elementos: ethos, logos y pathos. De acuerdo con el Manual Básico de Debate Competitivo de Ágora Debate Organización (2009), el logos aristotélico, se refiere al elemento racional o lógico del discurso, es decir, a la argumentación como construcción lógica para convencer a otras personas, con las razones que sustentan y explican determinada idea (conocimiento). El segundo elemento conocido como pathos, fue el mencionado anteriormente relacionado con la “emocionalidad” o el uso de las emociones para cautivar a la audiencia o a los “escucha” (dinamismo). (2009: pág 4)

Sin embargo, según lo expuesto en esta unidad de estudio, no es posible tener un discurso persuasivo sin la presencia de un tercer elemento referido a la credibilidad, el “ethos”.

En concordancia con lo descrito igualmente en el mencionado manual (2009), el “ethos” “se refiere al prestigio, la credibilidad y reputación, la posición en la vida y la personalidad del orador” (ibíd.).

Esta

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