RESUMEN DEL ALIENISTA

EL ALIENISTA

Con tan solo treinta y cuatro años el doctor Simão Bacamarte regresa a Brasil, a una villa denominada Itaguaí, debido que la ciencia es su prioridad y no quiso hacerse cargo de la universidad de Coimbra. Al pasar algunos años de su regreso tras haber entregado cuerpo y alma al estudio de la ciencia, se casó con la viuda de un juez-de-fora llamada Evarista da Costa e Mascarenhas de tan solo veinticinco años. Posteriormente el alienista se interesó en lo psíquico. Empezó a ver las cosas que necesitaba Itaguaí, se dio cuenta de que el ayuntamiento no concebía ayuda a aquellas personas que tenían un problema mental, lo que hizo Bacamarte fue hacerle una propuesta al Ayuntamiento. La propuesta consistía en crear un lugar donde las personas con problemas mentales pudieran ser bien atendidos y obtener un tratamiento para poder ser curados, de tal manera que se fundó “La Casa Verde”, casa de orates o manicomio, los desvelos del alienista por estudiar y encontrar remedio a la locura de los vecinos de Itaguaí, esto generó un gran entusiasmo entre estos y el Ayuntamiento. Ya establecido correctamente el lugar, Bacamarte lo que hizo fue clasificar a cada paciente dependiendo del problema y el estado en que se encontraba. Un día se alzó la angustia en el pueblo de Itaguaí cuando se corrió el rumor de que un tal Costa fue encerrado en La Casa Verde, por prestar dinero desenfrenadamente, pero más se consternó el pueblo cuando se enteraron que la prima de Costa también fue encerrada por tratar de defender a su primo. Esto fue solo el comienzo de una obsesión por este proyecto y a cada persona que por tan ligero error que llegase a cometer, él los encerraba diciendo que tenían un problema haciendo que todas las personas de la región tuvieran miedo. Porfirio armó una rebelión llamada los Canjicas contra el alienista, levantó al pueblo para que liberaran aquellas personas realmente cuerdas, este derrocó al Ayuntamiento, pero no hizo nada por cambiar la situación de Itaguaí. Por decreto el Virrey, todo volvió a ser como antes. Bacamarte pidió que llevaran a Porfirio y sus ayudantes a La Casa Verde, así pasó el tiempo, cada vez encerraba a más y más incluso encerró a su esposa Doña Evarista. Tiempo después Bacamarte declaró que iba a liberar a todos de La Casa Verde, el pueblo quedó asombrado ante tal noticia, el alienista realizó curaciones asombrosas que excitaron la más viva admiración de Itaguaí. Pero a Simão Bacamarte  no le satisfacía haber restablecido la razón en el pueblo, si no que se quedó preocupado pensando en buscar otra teoría nueva. El alienista decidió convocar a una asamblea y pidió su opinión, la respuesta fue afirmativa que todo estaba absolutamente bien, al hablar con el padre Lopes Bacamarte se dio cuenta de su error. Se internó en La Casa Verde entregándose al estudio y a su propia curación, 17 meses después murió en el mismo estado en el que entró.

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