Razones por las que una buena estrategia falla

Razones por las que una buena estrategia falla

Las razones por las cuales una mala estrategia falla son obvias debido a la carencia de lógica, claridad y precisión, sin embargo, cuando se tiene conciencia de que una estrategia ha sido bien definida, formulada y está alineada con los objetivos de la organización se espera que esta funcione adecuadamente, sin embargo, pocos se han enfocado en el análisis de cuáles son los procesos y liderazgos indicados para el desarrollo de las estrategias. Resulta imperativo realizar un buen manejo en la ejecución de las actividades como parte de la ejecución de las estrategias a fin de obtener los resultados esperados y evitar consecuencias que impliquen problemas.

En consecuencia, a lo descrito debemos formularnos la pregunta sobre ¿qué es lo que estamos haciendo para que buenas estrategias deriven en malos resultados?, en primera instancia muchas veces esto se debe a que permitimos que el foco de nuestras estrategias cambie con mucha frecuencia lo que genera debilitamiento en las estrategias.

Otra de las razones por la cual una estrategia falla es porque a pesar de que la estrategia ha sido bien concebida a ciertos niveles de la organización, esta no es socializada hacia los demás niveles, es decir las personas ubicadas en las bases organizativas ni siquiera están enteradas que estas existan por lo que lógicamente no se logran aplicar como se debería.

Aunado a lo antes expuesto y como consecuencia de la intrínseca naturaleza humana puede existir una resistencia al cambio por parte de los miembros de una organización, y es que para lo que alguno resulta bueno para otro no es así, por eso cuando se piensa en aplicar estrategias debemos de estar seguro que estas harán que toda la organización funcione como un todo y tener claro que una misma estrategia no necesariamente funcionara de igual manera en diferentes mercados.

Pero el factor preponderante es la falta de atención ejecutiva en el sentido de que existe poco seguimiento en la ejecución de las estrategias, muchas veces las metas sólo se miden en periodos cortos de tiempo y luego se olvidan lo que genera una especie de ceguera que hace ignorar los fracasos en las organizaciones.

Finalmente, esto nos hace concluir en que no solo bastan buenas planificaciones y buenas estrategias sino también una buena ejecución que implique la inclusión de todo el equipo de trabajo, el enfoque en las actividades y el seguimiento de la estrategia, si esto se realiza de esta manera las probabilidades de éxito serán mayores.

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