Reflexión Crítica del cuento: Llamadas Telefónicas de Roberto Bolaño
Enviado por jyr4ever610 • 26 de Noviembre de 2018 • Reseña • 3.945 Palabras (16 Páginas) • 4.138 Visitas
Curso de Literatura Hispanoamericana
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Reflexión Crítica del cuento:
Llamadas Telefónicas de Roberto Bolaño
Por: Judith Marie García Lozada
Abstracto:
El siguiente trabajo consistirá de un análisis crítico del cuento Llamadas Telefónicas del autor chileno Roberto Bolaños. Para este análisis estaremos utilizando la guía de reflexión crítica provista por el profesor Luis Mayo Santana, Ph.D; como guía para el proceso de escritura, en los cuales se incluirán los cuatro niveles provistos, siendo así, los acercamientos pasarán de un nivel literal a un nivel de comprensión al análisis critico.
A través de la lectura de este análisis, el lector podrá relacionar diferentes estructuras directamente relacionadas con el infrarrealismo, movimiento al que pertenecía Bolaños; nótece que: “los infrarrealistas se valdrían de ciertos atributos relacionados a la poética del romanticismo y el surrealismo, aunque ambos movimientos de vanguardia se centran en la imaginación, en el sueño como mecanismo para llegar a las profundidades humanas, en el intento de bucear en la inconsciencia y lograr ver más allá de lo evidente, tal como señala Albert Beguin[1] (1954) en su libro El alma romántica y el sueño, sobre la figura de Rimbaud: “el poeta es un vidente, un visionario; llega a lo desconocido, encuentra lo nuevo”(483). De la misma manera, el escritor surrealista “se abandona por entero a las fuerzas oscuras de lo inconsciente, hace por provocarlas; escarba en su interior con el propósito de aflorar el oro y la escoria”[2]. No conformarse con lo aparente, dejarse caer en el abismo, aliar vida y arte, atributos entre románticos y vanguardistas que Bolaño retomará en su propio proyecto”.
Marco teórico:
Para este análisis estaremos utilizando el estructuralismo genético de Lucien Goldamann[3] y Jacques Leenhardt[4] en el cual se afirma que: “existen dos realidades (dos estructuras): la sociedad y la obra de arte, y que están íntimamente unidas por relaciones intrínsecas”. Es por esta razón que estaremos haciendo un acercamiento breve a la vida y el momento histórico en que se escribieron estos cuentos con el fin de poder relacionar las estructuras subyacentes y los aspectos sociológicos en los cuentos.
Otro de los aspectos que estaremos trabajando es la visión de mundo, y para encontrarla partiremos de las propuestas formalistas, de modo que podamos identificar una estructura totalitaria y significativa en la obra, dejando de lado las intenciones del autor, aunque ya más adelante se le dará un valor interpretativo, y finalmente retomaremos la visión de mundo, esta vez como totalidad estructural. De esta forma obtendremos la función mediadora entre la realidad “la visión de mundo como realidad y el universo creado por el autor, y entre este universo y el género literario, el estilo, la sintáxis y las imágenes”.
Roberto Bolaños: Trasfondo histórico[pic 2]
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Roberto Bolaño era un escritor chileno. Nació el 28 de abril de 1953 en Santiago de Chile. En el 1968 su familia y él se establecen en Distrito Federal de México, sin embargo, Bolaños siempre se sintió patriota, por lo que en 1973 hace un viaje por tierra en el que cruza toda Latinoamérica hasta llegar a Chile con el propósito de integrarse a la resistencia de izquierda y apoyar al gobierno de Salvador Allende, allí estuvo preso por ocho días y decide regresar a México, donde conoce a los poetas Mario Santiago y Bruno Montané, con quienes participó activamente de los movimientos vanguardistas y con los que fundó el Infrarrealismo[5]. Para el 1977 se cansa de la literatura y se va a Europa (España, Francia y África), y termina viviendo en Barcelona, España. Más adelante termina convirtiendo todas sus experiencias vividas en material literario, siendo galardonado en muchas ocasiones. Tras una insuficiencia hepática, Roberto Bolaños muere el 15 de julio de 2003.
Llamadas Telefónicas:
A manera de resume, el cuento de Bolaños: Llamadas Telefónicas trata sobre una pareja de novios. Los personajes son X y B. B está enamorado de X, pero X rompe con B por teléfono. Pasan los años y B, un día aburrido, llama a X y resurge la amistad. Ambos están en los extremos opuestos de España. A los tres días que se reencuentran. B va a la casa de X, se acuestan y B vuelve a enamorarse de X (o de la idea de estar enamorado). Durante los días que pasan juntos, B trata de ayudar a X con sus problemas mentales, ya que “X cada día bordea el suicidio, está en tratamiento psiquiátrico (pastillas, muchas pastillas que sin embargo en nada la ayudan), llora a menudo y sin causa aparente”. En su afán de ayudar a B, la empuja a un callejón sin salida (o al menos eso cree ella), X reconoce que el callejón no tiene salida y trata de convencerse de que puede vivir sin B. Una de esas noches B le pide que se marche de su casa. X se va. B y X se despiden de manera afectuosa. B se marcha triste y sueña con un mono. B despierta en la estación Estación de Sants, en Barcelona y cree comprender su sueño. B llama a X, para contarle, y de ahí sigue llamándola, pero X cada vez es más fría, B se cuestiona “cómo es posible que un ser humano pase de un extremo a otro en sus sentimientos, en sus deseos”.
Medio año después B vuelve a llamar a X, X no reconoce su voz al principio, pero tienen una conversación muy corta en la que X escucha a B. B comienza a llamar nuevamente a X y “cuando contestan, sin embargo, B prefiere mantenerse en silencio”. B siente como el tiempo pasa a través de la línea telefónica. B no vuelve a telefonear a X. Tres días después, los policías A y Z tocan a su puerta para interrogarlo sobre la muerte de X. B es sospechoso. A y Z se lo llevan para hacerle un análisis de sangre y tomarle las huellas. A y Z lo dejan ir al día siguiente. B vuelve a soñar, esta vez con un desierto y con el rostro de X, ambos aparentan ser lo mismo. B decide regresar a la ciudad de X y visita a su hermano. B vuelve a soñar con X, y en el sueño ve el rostro del asesino y cree saber quién es. Esa noche sale con el hermano de X y B le cuenta que: “una vez llamó a X y que no habló. Qué putada, dice el hermano de X. Sólo lo hice una vez, dice B, pero entonces comprendí que X solía recibir ese tipo de llamadas. Y creía que era yo. ¿Lo entiendes?, dice B. ¿El asesino es el tipo de las llamadas anónimas?, pregunta el hermano de X. Exacto, dice B. Y X pensaba que era yo. El hermano de X arruga el entrecejo; yo creo, dice, que el asesino es uno de sus ex amantes, mi hermana tenía muchos pretendientes. B prefiere no contestar (el hermano de X, a su parecer, no ha entendido nada) y ambos permanecen en silencio hasta llegar a casa”. Al día siguiente B se despide del hermano de X y se regresa a Barcelona. A la semana: “el hermano de X lo llama por teléfono para decirle que la policía ha cogido al asesino. El tipo molestaba a X, dice el hermano, con llamadas anónimas. B no responde. Un antiguo enamorado, dice el hermano de X. Me alegra saberlo, dice B, gracias por llamarme. Luego el hermano de X cuelga y B se queda solo”.
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