Refranes, adivinanzas y trabalenguas
Enviado por GLLRMVVRS • 17 de Agosto de 2013 • Ensayo • 651 Palabras (3 Páginas) • 1.166 Visitas
Refranes, adivinanzas y trabalenguas
¿Te gusta jugar a las adivinanzas? Seguro que sí. Estas, como los trabalenguas y los refranes, son formas de expresión literaria, muestras breves de ingenio, en las que se invita a pensar o a vencer ciertas dificultades. En su mayoría son anónimas.
LOS REFRANES
Los refranes son frases o dichos que presentan una enseñanza; son producto de la sabiduría o de la experiencia popular, y transmiten un modo de entender la vida:
No hay peor ciego que el que no quiere ver.
Hablando se saben las cosas y callando se ignoran.
Lo que no tiene cimiento, derríbalo cualquier viento.
La ‘verdad’ de carácter universal que ponen de manifiesto los refranes es aplicable a todos los tiempos:
Tres cosas son que echan a perder al hombre: mucho hablar y poco saber; mucho gastar y poco tener; mucho presumir y poco valer.
De la familia y del sol, cuanto más lejos, mejor.
Fortuna te dé Dios y talento no.
En ocasiones, un refrán puede contradecir a otro:
A quien madruga, Dios le ayuda. Pero...
No por mucho madrugar, amanece más temprano.
Concebidos para transmitirse oralmente, su rima y ritmo los hace fáciles de retener en la memoria:
Culo de mal asiento, no acaba ninguna cosa y emprende ciento.
Los refranes se transmiten de generación en generación sin apenas variaciones, si bien una misma idea puede ser expuesta, a veces, de dos o más maneras diferentes:
Leer y no haber entendido, tiempo perdido.
Leer y no entender menosprecio es.
Las formas verbales más utilizadas en los refranes son el presente habitual (que indica repetición de acciones o procesos) y el infinitivo. Se prefiere la tercera persona verbal, que aporta una cierta impersonalidad, a la primera y la segunda, aunque a veces puedan aparecer estas:
El no descontado lo llevo, pero ¿y si con el sí me encuentro?
LAS ADIVINANZAS
Las adivinanzas son breves textos de ingenio, generalmente anónimos, en los que se invita a descubrir o a acertar, como parte de un juego, algo que se muestra oculto.
Las populares se presentan en estrofas de dos a cuatro versos de arte menor (de menos de ocho sílabas). Primero se introduce el asunto que hay que averiguar, después se dan algunas pistas (orientadoras y desorientadoras al mismo tiempo), con las que se invita a adivinarlo. Su finalidad es la de entretener y divertir:
Es un animal
que rebuzna y no es borrico,
tiene del burro el hocico
y también trabaja igual.
[La burra]
Para solucionar algunas adivinanzas debemos juntar sílabas de diferentes palabras:
Por un caminito
va caminando un bicho,
el nombre del bicho
ya te lo he dicho.
[La vaca]
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