Reporte de lectura de la caverna de josé saramago.

Universidad Nacional Autónoma de México

Facultad de Estudios Superiores Acatlán

Historia ll

Sociología

Reporte de la lectura

“La caverna” 

José Saramago

Rodrigo Rosas González

José Guadalupe Martínez García

José Saramago es un escritor de novelas, que en su trayectoria ha escrito demasiadas, pero de las que más destacan son, por ejemplo: Ensayo de la ceguera, ensayo sobre la lucidez, el evangelio según Jesucristo, el hombre duplicado y la caverna, obra que nos compete en este reporte.

La caverna trata de un artesano, cuyo nombre es Cipriano Algor, el cual se dedica hacer utensilios de barro y que una vez terminados éstos, los vende al centro de la ciudad. Cipriano Algor es un hombre muy rutinario, se levantaba temprano para hacer los utensilios, pero que cada 10 días, solía madrugar aún más para entregar los pedidos al centro y recoger a su yerno, Marcial Gacho. Un día cuando Cipriano Algor se levantó como de costumbre para ir a entregar el pedido al centro y de paso ir a dejar Marcial Gacho a su trabajo, el cual es guarda del centro y que posteriormente será ascendido a guarda residente, todo transcurrió normal, pero fue hasta cuando estaba haciendo fila para entregar el pedido que todo cambio, y que para ese entonces ya nada volvería hacer igual en la vida de Cipriano Algor.

Al esperar en la fila, Cipriano contó cuantos coches esperaban delante de él para saber cuánto tiempo se iba a demorar; contó y para su “mala fortuna” él era el número 13, cosa que, al principio, a Cipriano no le importó, pues él no es una persona supersticiosa, según la novela. Pero como si de atraer la “energía negativa” se tratase, Cipriano en su mente, estuvo meditando hasta el llegar de su turno para entregar el pedido, la mala reputación que tiene este número, pero borró ese pensamiento enseguida considerando que era una tontería y que además los pitidos de los autos detrás de él le hicieron que se sobresaltara y que avanzara a su turno.

Por fin le llegó el turno a Cipriano de entregar el pedido, pero no fue como él lo esperaba. Al entrar al centro para entregar los utensilios de barro, el jefe del departamento le informó que sólo le recibiría la mitad del pedido, pues su artesanía ya no se vendía, debido a que otra empresa hace utensilios de plástico que son más resistentes y más baratos. Esta noticia le entro cual daga en su corazón a Cipriano pues no se esperaba esa noticia y ni mucho menos que sólo le recibirían la mitad del pedido, más sabiendo aún que no sabía qué hacer con la otra mitad y lo peor, que ya no sabía si le volverían a hacer más pedidos del centro.

El jefe del departamento le dijo a Cipriano que debido a la bajas ventas de sus utensilios de barro no sabían si le iban a volver hacer pedidos, pero que ellos le llamarían cuando tuvieran una respuesta a esa interrogante, interrogante que afligía a Cipriano, pues toda su familia se había dedicado a la alfarería y él, como toque de mala suerte y echando la culpa a aquél número 13 por su mala fortuna, sería el últimos de los alfareros de la familia Algor, y , aunque, tiene una hija llamada Marta, esposa del guarda rediente, Marcial Gacho, sería la próxima alfarera, de no ser porque cuando asciendan a Marcial a guarda residente, ésta y en un  futuro Cipriano, se irían a vivir a la ciudad del centro junto con el yerno y/o esposo.

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