Reseña critica YERMA
Enviado por Diego Colin • 30 de Marzo de 2020 • Reseña • 766 Palabras (4 Páginas) • 422 Visitas
Es increíble que después de un siglo se pueda ver reflejado a estos tiempos ciertos aspectos representados a la perfección en la obra dramática Yerma, mostrándose de una forma concreta un concepto como la maternidad que a pesar de haberse escrito en 1934, aún se observa en esta época. De una manera precisa el dramaturgo, prosista y poeta nacido en las bellas tierras españolas, Federico se encarga de guiar y dar un vistazo de lo que era vivir en una época de preguerra y sufrir a su vez un movimiento civil importante como fue el falangismo español. Lorca dispone de una amplia gama de obras que demuestra exactamente los conceptos vivos aún después de casi un siglo, además logró formar la famosa “trilogía lorquiana” donde se encuentran La casa de Bernarda Alba, Bodas de sangre e inclusive la obra Yerma. Tanto impactó logró esta maravillosa obra que incluso tuvo la oportunidad de aparecer en la pantalla grande en 2017.
El espectáculo dramático se encuentra dividido en tres actos, integrando dos cuadros donde se aprecia en cada uno siempre algún cántico e incluso siendo a veces dos, son de poca duración y se encargan de reflejar los sentimientos de quien las canta o sus ideas a mostrar. En el primer acto se es presentada la protagonista Yerma junto con su esposo llamado Juan, quien llega de un día arduo después de hacer la cosecha y mantener a flote los cultivos pero a la damisela le causa cierta inquietud ya que su marido no pasa demasiado tiempo con ella. A su vez también siente la necesidad de ser madre y tiene en mente que para cuidar a un hijo es necesario tener algún tipo de dolor e incluso se lo dice a su amiga María señalando lo siguiente “[…] Hemos de sufrir para verlos crecer […]” (Lorca, 1934, p. 50). Yerma cree que se debe sufrir para lograr ser una buena madre y a veces esta situación o similares se ven reflejadas aún en la época actual.
En el siguiente acto, aparecen a primera instancia cinco lavanderas quienes comienzan a hablar acerca de la situación de Yerma con su esposo, se nota a simple legua su mala situación. Su marido se la pasa todo el día trabajando sus tierras, descuidando a la pobre dama mientras ella solo se pasa las noches sentada en un tronco, por tanto se tiene un cierto grado de machismo por llamarlo de alguna manera, el hombre se pasa todo el día trabajando, pero la mujer debe quedarse en casa debido a la que la calle es para “holgazanes”, no obstante, esto no aplica para el hombre. Posteriormente una de esas lavanderas hace hincapié en algo relevante si se quiere comprender perfectamente el espectáculo. “Todo se arreglaría si tuvieran criaturas” (Lorca, 1934, p. 69) esto ahora dice que si se tiene hijos sería más que suficiente para solucionar cualquier problema matrimonial, cosa apreciada comúnmente en recientes años.
Prosiguiendo con el tercer acto, se encuentra marcadamente una realidad que se vive hoy en día mencionado
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