Resumen.

Teniendo en cuenta la reforma educativa actual, es necesario la formación del profesorado ya que ellos son un factor determinante para conseguir un sistema educativo de calidad, que garantice una formación académica y profesional capaces de generar una reflexión sobre su quehacer integrando los avances del conocimiento científico técnico y pedagógico de forma sistemática y coherente.

Por otra parte con dicha formación se busca potenciar a los docentes para planificar programas institucionales que respondan a las necesidades de cambio en la educación con una oferta coherente, flexible y diversificada, teniendo en cuenta un sistema evaluativo para elegir las modalidades de formación, según la ley de reforma universitaria le da un enfoque hacia el análisis científico – metodológico que plantea el nivel educativo superior , por lo tanto es necesario que el plan de formación sea riguroso con la ciencia y la cultura ya que las exigencias de cambio de la sociedad obligan a las universidades formadoras de docentes, a introducir en sus programas innovaciones que garanticen una participación de amplia cobertura y de alta calidad, que vincule la práctica en el aula con la formación académica. De esta manera el docente investiga su propia práctica y se convierte en protagonista directo en la construcción del saber pedagógico. Las tecnologías de los avances producidos en la comunicación y la globalización informática permiten el uso de programas de mayor interacción. De esta forma la universidad presenta proyectos a través de cursos, seminarios o jornadas pedagógicas con el fin de crear reflexión sobre la práctica, proponer convenios entre la universidad y la administración educativa donde se pueda socializar la formación pedagógica, social y didáctica a docentes de segundaria. Por otra parte, el papel del docente en el proceso educativo ha cambiado o va modificándose, sobre todo en la enseñanza media y superior, de acuerdo con los principios que inspiran la pedagogía actual, en la que el profesor, su actividad, sus capacidades individuales, sus intereses, adquieren una mayor importancia. El esfuerzo del profesor trata de orientarse más ampliamente a dirigir al alumno para que éste recorra responsablemente el camino de su propio aprendizaje, perdiendo importancia su labor transmisora de conocimientos.

Sus líneas de actuación estas enfocadas en dinamizar e impulsar iniciativas de formación e innovación que generen una modernización del sistema educativo, dotando al profesorado de recursos materiales y humanos suficientes para que puedan atender las demandas de sus pares y alcanzar una adecuada cualificación profesional para el personal encargado de dirigir y coordinar las actividades de formación, potencializando la participación de las instituciones universitarias en los planes de formación permanente según el reconocimiento de la ley universitaria

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