Resumen

RESUMEN

Nunca hubo basuras en el mundo antes de la Revolución Industrial.

Toda la basura y los desechos saben volver al ciclo de la naturaleza. A finales del siglo XIX Walt Whitman resaltó en su poema “Este estiércol”, la habilidad de la tierra de transformar el excremento en flores; pero justo en ese momento la época más peligrosa de toda la humanidad había comenzado, la era Industrial.

A lo largo de la historia hubo muchas edades, pero se puede decir que vivimos en una edad de basura.

Los desechos y las cosas que se producen tardan mucho tiempo en descomponerse y no vuelven al ciclo de la naturaleza. En diferentes sitios del mundo hubo grandes desastres, pero ninguno de esta magnitud; ni siquiera los enormes daños y peligro causados por las erupciones volcánicas que se dieron en el pasado se comparan con lo que nos aguarda en un futuro, debido a los horribles cambios climáticos ocasionados por la explotación de la industria.

No es por alarmarlos, pero se trata de un peligro inminente y somos nosotros mismos quienes debemos detener esta catástrofe disfrazada de progreso.

Las evidencias de estos sucesos están documentados y producidos en diferentes países e idiomas.

Es verdad que están sucediendo distintos acontecimientos que demuestran el claro desequilibrio del planeta y que la vida como la conocemos ya no será la misma nunca más.

Es increíble que nuestra especie sea capaz de producir un desequilibrio de semejante magnitud; y aun más teniendo claro que la causa principal no es nuestra ignorancia sino nuestro conocimiento por lo cual estamos llenos de virtudes, pero morimos a causa del mal uso de ellas.

Alegremente recibimos los avances y el progreso del mundo para generar bienestar; y a todos nos gusta así: limpio y libre de pestes, pero el mundo se fue llenando de máquinas y químicos que están acabando con todo; llevando nuestra ambición hasta tal punto de que todas las cosas que creamos se están volviendo contra nosotros.

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