Retrato Caricaturesco

EL RETRATO CARICATURESCO

Como sabemos la caricatura exagera los rasgos más chocantes de la persona retratada con crueldad a veces. También en la literatura se producen esas deformaciones. Algunos de los retratos caricaturesco más celebres son los escritos por Francisco Quevedo en “A un hombre de gran nariz” y el de Benito Pérez Galdós en “Fortunata y Jacinta”

En este género literario se describe a un personaje deformando o exagerando los rasgos físicos; la estatura, forma de la cara, frente, nariz, aspecto general e indumentaria; al igual que su carácter; compartimiento, su forma de pensar, de comportarse, de hablar, gustos y costumbres. Estos rasgos se combinan para luego establecer una relación entre ellos que finaliza en una crítica general. Para realizar un buen retrato caricaturesco, es importante el uso de un vocabulario adecuado y el empleo de recursos expresivos como por ejemplo:

1. La hipérbole: Es un recurso que consiste en exagerar las características de una persona o cosa.

"érase un hombre a una nariz pegado" (F. de Quevedo)

2. La comparación: Consiste en establecer relaciones de semejanza o parecido entre varios elementos.

"su cuerpo estaba lleno de pliegues y abolladuras como un zurrón vacío" (B. Pérez Galdós)

3. La metáfora: Consiste en la sustitución de un elemento por otro con el cual tiene un cierto parecido.

"érase un elefante boca arriba" (F. de Quevedo)

4. La animalización: Consiste en atribuir a las personas rasgos de animales.

"caminaba [...] como a trompicones, escorado a la derecha, con un hombro más elevado que el otro, cosa que dotaba a su paso de una inestabilidad bamboleante de paquidermo a punto de desmoronarse." (Javier Cercas, La velocidad de la luz)

5. La cosificación: Consiste en atribuir a las personas características de las cosas.

"Mi criado tiene de mesa lo cuadrado y el estar en talla al alcance de la mano"(M.J. de Larra)

Para resumir, un retrato caricaturesco consiste en seleccionar el rasgo o rasgos más destacados del personaje y exagerarlos. La caricatura deforma, con intención generalmente burlesca, determinados rasgos característicos de un personaje. Su fin no es el reflejo realista del modelo, sino una mirada peculiar y subjetiva del mismo.

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