Rosa De Dos Aromas
Enviado por saraedith • 17 de Junio de 2015 • 8.979 Palabras (36 Páginas) • 243 Visitas
Personajes:
Gabriela
Marlene
Ocurre en un foro prácticamente vacío. Es posible tener un fondo distinto para
cada lugar que se sugiera.
(En sendas sillas, dos mujeres esperan. La primera lee, toma notas en una libretita o
subraya en el libro. La otra no tiene nada que hacer. Se ve al espejo, se retoca. Se ve las
uñas, se sienta y se observa el peinado.)
SEGUNDA.- Siquiera usted trajo libro.
PRIMERA.- ¿Decía?
SEGUNDA.-Que siquiera trajo libro. No hay aquí ni una revista.
PRIMERA.- No, ¿verdad? (Sigue en lo suyo)
SEGUNDA.- Se tardan. Hágame favor: ¿qué tanto es sacar a un pobre infeliz de su
celda y traerlo aquí?
(Pausa larga)
PRIMERA.- Papeleo.
SEGUNDA.- ¿Cómo?
PRIMERA.- Papeleo. Digo, que han de… sellar papeles y… firmar y… cosas de…
esas. Papeleo. Para traerlo.
SEGUNDA.- Ah, pues sí.
(Silencio. Ahora, la primera se fastidia con su libro.)
PRIMERA.- No es novela.
SEGUNDA.- ¿Qué?
PRIMERA.- Esto. Es un libro técnico horrible. Libro técnico.
SEGUNDA.- Ah. (Pausa. La primera vuelve a su libro.) Usted es técnica.
PRIMERA.- No. Traduzco. Me lo traje para adelantar un poco. Leo, subrayo, hago
notas…
SEGUNDA.- Traduce… ¿del inglés?
PRIMERA.- Sí.
SEGUNDA.- ¿Y le pagan por eso?
PRIMERA.- ¡Claro! Es mi trabajo. Si no, ya parece. “Un dilema, adobe o cemento en la
vivienda popular”. Hágame favor. También se francés.
SEGUNDA.- Ah. Pues sabe muchos idiomas.
PRIMERA.- Dos, nada más. Bueno, y el español, tres.
SEGUNDA.- Son muchos. Yo, con trabajo, el español, así que… ¡y sirve el inglés!
Tengo un saloncito de belleza y a veces caen gringas. Estaría bien saber inglés.
PRIMERA.- Pues sí.
SEGUNDA.- A ver si un día aprendo.
PRIMERA.- Estaría bien.
SEGUNDA.- Aunque no tengo tiempo, en realidad.
PRIMERA.- En su casa, con discos.
SEGUNDA.- Mh, mi casa; tengo dos hijos: el mayor y el chiquito.
PRIMERA. —Viene a ver a su esposo.
SEGUNDA.- Eh, sí. Mi señor. Es el papá del más chico. El mayor fue de otro papá.
PRIMERA.- Se divorció.
SEGUNDA.- Me separé. Divorcio… pues para qué. No tiene caso.
PRIMERA.- Divorciándose, puede casarse otra vez.
SEGUNDA.- No. Es que… con aquél no estaba yo casada.
PRIMERA.- Aaah. Ah. Qué bueno. Así pudo casarse ahora.
SEGUNDA.- Casarme… pues, no. Con éste, tampoco.
PRIMERA.- Ah, sí. Eh, bueno, no es… no importa tanto. Para seguridad, si acaso.
Poder exigirle.
SEGUNDA.- Seguridad… de todos modos son desobligados. ¿A poco no? ¿A poco no
es desobligado el suyo?
PRIMERA.- ¿El mío? (pausa) sí.
SEGUNDA.- Y usted es casada.
PRIMERA.- Sí.
SEGUNDA.- Y ya ve, anda acarreando a todas partes su ladrillo en inglés. Se ve que la
cosa está grave.
PRIMERA.- Eh, ah, mh, bueno… con él aquí… es que con el accidente que tuvo…
SEGUNDA.- ¿Accidente?
PRIMERA.- Maneja muy mal. Atropelló a una muchachilla y parece que no fue grave,
pero… aquí lo tienen.
SEGUNDA.- ¡Qué barbaridad! ¿La mató?
PRIMERA.- Ni lo mande Dios. No, no fue grave, parece. Todavía no veo a Maco, no sé
realmente que pasó. Pero tiene derecho a fianza, entonces, no puede haber sido tan
grave.
SEGUNDA.- Lo del mío si fue grave. Lo acusaron de violación.
PRIMERA.- ¡Violación!
SEGUNDA.- Dizque. De una menor. Pinche escuincla caliente. Son provocativas y se
acorazan con los profesores. Y luego van a chillar con sus papás, que “ay papá, ya me
ponchó el profe”. ¡Y son ellas las que empiezan! Eso le sucedió a Tony. Yo digo: él es
hombre, le llegan las chamacas, de resbalosas, ¿qué va a hacer?
PRIMERA.- Aguantarse. La verdad, me parece un abuso meterse con una alumna.
SEGUNDA.- ¿Pero si la alumna se mete con él?
PRIMERA.- ¡Pues rechazarla! Con buen modo. Es un abuso porque el maestro es centro
de atención y de atracción. Por el poder que tiene, porque es imagen paterna. ¿A poco es
bonito que un papá se meta con su hija, aunque ella empiece?
SEGUNDA.- No, pues no, claro. No, la verdad. Y bien que se nos antoja a todas nuestro
papá, pero pues no.
PRIMERA.- ¿Ya ve? Perdone la franqueza. Mi marido también es profesor y si yo le
supiera que había hecho algo así, me iba a oír.
SEGUNDA.- No, fíjese, yo estoy bien enojada. Pero… me pongo en su lugar.
PRIMERA.- Yo también he dado clases y mire, como no estoy vieja ni parezco
espantajo, toda la bola de escuincles andan queriendo restregárseme y me ponen ojos de
borrego. Luego, dicen que me van a llevar los trabajos a mi casa. “Si no estoy, se lo dan
a mi marido.” Con eso se calman. Ya parece, bola de muchachos granosos…
SEGUNDA.- Tiene razón: los escuincles con granos son horribles. Yo tengo una receta
que quita granos y barros. Se la voy a dar.
(La primera va a aclarar algo, mejor se calla. Busca un cigarro)
PRIMERA.- ¿Fuma?
SEGUNDA.- ¿Se podrá?
PRIMERA.- Yo diría que sí. No hay ningún letrero.
SEGUNDA.- Ay, bueno, sí. Gracias. Ya me andaba de ganas. No hay ceniceros.
PRIMERA.- En un kleenex echamos la ceniza.
(Fuman. Pausa)
SEGUNDA.- Yo me llamo Marlene. Me pusieron igual que al salón de belleza, porque
a mi madre le encantaba esa artista del cine mudo, Marlén Dietric.
PRIMERA.- (Muy alemanamente) Marlene Dietrich. Es del cine hablado.
MARLENE.- Esa. Pues así me llamo, Marlén. Pero me acostumbré a decirlo con la e
porque la gente es muy ignorante y siempre la pronunciaban, lo mismo en la escuela,
Marlene.
PRIMERA.- Es alemán, si se pronuncia la e.
MARLENE.- ¿Ah, sí? También sabe alemán.
PRIMERA.- Muy poco. Pero sé pronunciarlo.
MARLENE.- Mire. (se ríe a fuerza.) Pues las ignorantes éramos mi mamá y yo. Así que
siempre fui Marlene. Pues de todos modos, Marlene me quedé. ¿Y usted?
PRIMERA.- ¿Yo? Me llamo Gabriela.
MARLENE.- ¡Ay que bonito! Y ése no pasa de moda, como el mío. Hubo una serie en
la tele, “Gabriela” muy rete buena. ¿La vio?
GABRIELA.- Ay, me enteré, nada más.
MARLENE.- ¿Usted qué edad cree que tengo?
GABRIELA.- Eh, no sé…
MARLENE.- Así, honradamente.
GABRIELA.- Pues… es muy arriesgado
...