Seasonal Feather

‘’Recuerdo la manera en la que me hacías sentir

Un amor tan joven, pero algo dentro de mi sabía que era real

Congelado en mi cabeza

Fotografías, estoy viviendo mediante ellas, por ahora

Tratando de recordar todos los buenos momentos

Nuestra vida se fue cortando tan fuerte

Los recuerdos están jugando en mi aburrida mente’’

—Paper Hearts; Tori Kelly.

10 de septiembre, Daegu.

—¿Papi?

—¿Mhm? —El castaño no apartó la vista del libro que traía entre manos.

—¿Esta es mamá? —Entonces, la pequeña logro captar su atención. Sus ojos se desviaron hasta el portarretratos que sostenía, era una foto de él junto a su esposa, ambos lucían muy jóvenes.

—Oh, si, es ella… —Se levantó del sillón y camino hasta la niña, alzándola— Es hermosa ¿no lo crees?

—¡Lo es! —Abrazó la foto contra su pecho, emocionada— Sus ojos son iguales a los míos —Sus orbes verdes clavados en los castaños de Taehyung.

—Si, cielo, son idénticos —Acarició su mejilla con el dorso de sus dedos— Igual de hermosos e igual de brillantes

—¿Y por qué mamá ya no está con nosotros, papi? —Taehyung sintió su pecho ser oprimido— ¿Alguna vez va a volver?

—Ah, yo… —Una sonrisa débil se curvo en sus labios— No, ella ya no va a volver, cariño

—¿Qué? —Su hija dejo escapar un jadeo— ¿Por qué?

—Porque tu mamá… —Volvió a sentarse en el sillón, acomodando a la pequeña sobre sus piernas— Esta en el cielo, con Dios

—¿En el cielo? —Con inocencia, levanto su vista hasta que esta choco con el techo de madera— ¿Con Dios? ¿De verdad?

—Así es, ella fue un ángel aquí en la tierra, así que cuando se fue con Dios, solo hizo falta ponerle un par de alas y una aureola —Explico, sonriendo suavemente.

Sook Mi separo la foto de su pecho solo para poder analizar un poco a su madre. Tenía un largo cabello castaño y rizado. Sus ojos parecían un par de esmeraldas decorando su rostro con facciones esplendidas. Un cuerpo robusto y esbelto. Una sonrisa demasiado amigable curvándose en sus labios. Taehyung tenía razón, era hermosa.

—¿Cómo se conocieron, papi?

Oh, Dios. Él más que nadie sabía que se día iba a llegar. Ese día en el que la pequeña sintiera curiosidad en por que nunca había visto a su padre, donde estaba y por qué, también sabía que en algún momento querría saber como se conocieron y como fue toda su historia hasta el momento en el que ella apareció. Él sabía todo eso a la perfección, pero no estaba listo para responder esas dudas.

—Pues, nosotros… ¿Recuerdas al tío Jimin, Yoongi, Namjoon, Hobi y Seokjin? —Sook Mi asintió— Bueno, cuando yo era más joven, teníamos una banda los 7 juntos…

Podía recordarlo, podía recordar como se conocieron, como se hicieron tan cercanos, como se enamoraron, podía recordar todo con claridad, pero algo que le subía desde el corazón a la garganta no lo dejaba hablar. No era en lo absoluto sencillo para él. Tenía unos inmensos deseos de soltar a Sook Mi y salir corriendo, a donde fuera, pero que fuera ya. No estaba preparado para tener esa conversación. No quería tener esa conversación. Las heridas que le había dejado la muerte de su esposa aún seguían frescas en la piel de su alma. Estaba echándole limón a la llaga trayendo esos recuerdos de vuelta.

Pudo escuchar su voz en su cabeza.

‘Oppa, lo siento, arruine tu vida…’

No, cariño, no lo hiciste

‘Todo esto es mi culpa, perdóname’

¡No lo es! No es tu culpa, pequeña

‘Esta bien si quieres irte ahora, yo me haré cargo’

Nunca te dejaría sola

Taehyung dejó a Sook Mi en el sillón con la excusa de ir por un vaso de agua y huyo hasta su habitación.  

Cuando la puerta se cerró a sus espaldas, se apoyó contra ella, las lagrimas bajando como cascadas de agonía por sus mejillas.

‘Cuida de ella ¿si, Taehyung?’ Su voz agónica apuñalándole el corazón.

‘¿Qué se supone que haga sin ti?’ Apenas podía articular palabra.

‘Estarás bien, cielo, estarás bien. Yo estaré a tu lado a cada paso que des’

—No quiero imaginarte a mi lado… —Susurró, abrazándose a si mismo— Te quiero conmigo, te quiero aquí…

─── 覚えている ───

Los alaridos de dolor inundaban la sala de partos. No quería escucharla gritar más. No podía soportar escucharla gritar más.

—¡Hagan algo por el amor de Dios! —Exigió, mirando a los médicos y enfermeras que corrían de lado a lado.

—¡La epidural no surgió efecto, no podemos ponerle nada más, podría afectar al bebé! —Explicó una enfermera alta, de cabello azabache.

Sus ojos volvieron a desviarse hasta ella, se retorcía en la camilla, rogando por ayuda, sentía que iba a partirse en dos.

—¡Esta sangrando mucho, no va a poder soportarlo! —El médico, estresado, mirando los signos vitales de la joven, estaban casi por el piso— Tenemos que abrirla ahora

—Señor, por favor, le voy a pedir que se retiré —La enferma tomó a Taehyung por el brazo, guiándolo hasta la salida.

—¡No, espere, tengo que quedarme y asegurarme que estará bien!

—Va a estarlo, haremos todo lo que este en nuestras manos, pero por favor, espere afuera —Quiso batallar, pero no pudo, por que ya estaba afuera y cuando intento volver a entrar, la puerta había sido cerrada con seguro.

—¡Maldición! —Le dio un golpe a la pared. Algo en su pecho alarmándolo.

—¿Hyung? —Aquella voz le hizo voltear a mirar. Los ojos negros de Jungkook mirándole atentamente— ¿Qué sucedió? ¿Noona esta bien?

—… No lo sé —Murmuró— No lo sé, me sacaron, no sé si ella- —La voz se le quebró.

—Oh, hyung, no, tranquilo… —Jungkook se acercó rápidamente, tomándole en sus brazos antes de que cayera al piso, destrozado.

—Solo quiero que ella este bien, no me importa nada más, solo ella, ella, ella… —Sus manos se cerraron en la camisa blanca del azabache.

...