Solo Vine A Hablar Por Telefono

es la terrible historia de una mujer que, por una causa bastante confusa, termina internada en un manicomio sin estar demente ni nada por el estilo. María de la Luz Cervantes está casada con un prestidigitador de Barcelona conocido como Saturno El mago, a quien en un par de ocasiones ha abandonado y también engañado. Cierto día María ha ido de visita a casa de una tía en las afueras de Barcelona y ha quedado de acuerdo con su marido en reunirse para ir a trabajar; ella es su asistente en el escenario. Pero de regreso de lo de la tía a María se le descompone el auto en la ruta. Momentos después arrecia una terrible tormenta, y enseguida pasa por allí un pequeño furgón al que María le hace señas. El furgón se detiene y la recogen. Ella pregunta si la pueden llevar hasta algún lugar donde pueda llamar por teléfono para avisarle a su marido que se va a demorar, y le dicen que sí. Entonces repara que en le furgón vienen varias mujeres dormidas. Cansada, ella también se duerme. Llegan de noche a un lugar que parece un instituto y la conducen junto a las demás mujeres hacia el interior, le dan una bata para dormir y una cama en un pabellón donde hay otras tantas camas. Ella insiste en que sólo ha ido a hablar por teléfono, pero no le prestan atención. Al día siguiente entiende su complicada situación: está en un manicomio y la creen loca. En los sucesivos se obsesiona con lo de llamar por teléfono. Nadie cree su historia, ni el director, ni los médicos, ni la celadora. Lo intenta por todos los medios, inclusive accede a una relación lésbica con la jefa de guardia, hasta que un día, en una revuelta, alcanza a escabullirse en una oficina y llama a su marido. Él, atónito, no lo puede creer. Ella le explica brevemente lo sucedido y va a verla. Pero cuando llega el director le aclara que su esposa está muy mal, que está bastante delicada su salud mental. Por lo tanto recomienda no retirarla del lugar. Así, durante un tiempo, el Mago Saturno visita a María de la Luz, pero se da cuenta que ella, efectivamente, se ha vuelto loca, y que no se va a recuperar. Por lo tanto, con los años, termina por olvidarla.

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