Sopita de fideo
Enviado por wido • 4 de Diciembre de 2014 • Informe • 334 Palabras (2 Páginas) • 288 Visitas
Sopita de fideo
deCristina Pacheco
E
n su muy estilo particular, Cristina Pacheco hace unarecopilación de las grandes entrevistas que ha realiza-do, describiendo lugares y sentimientos de tal maneraque nos permite, en su lectura, recrear los sentidos, trans-portándonos al lugar de los hechos como si hubiésemos sidotestigos presenciales de esas historias.Sus relatos son el reflejo de la desesperanza, la tristeza,la alegría, la preocupación y la sorpresa, que se mezclan yconfunden, según la autora,
en la creciente sensaciónde envejecer sin esperanza
,
palpable en lamayoría desus entrevistados.En sus visitas, la mayor parte del tiem-po por lugares muy humildes,
"sólofue posible hallar remedos devivienda y entre ellos pedacitosde dignidad humana, sonrisaschimuelas, saludos con tufo al-cohólico y cuerpos y rostrosmarcados por la miseria,
quie-nes ante las condiciones más adver-sas lograban subsistir".Para la periodista, todos son im-portantes, los niños a su paso levantan"
nubecitas de polvo
"; como si fueseeso "
el incienso que señala el camino delos ángeles nacidos en la pobreza
", mientrasque, protegidos por su inocencia, avanzan por el
diseño
original y absurdo
de la vida.
Los adultos miran con desconcierto
el camino tan griscomo el cielo que algún día fue azul,
viven hacina-dos, pero
nolos oprimen las cosas ni la gente, sino untristísimo sentimiento de culpa,
ahora
ningún árbol es verde pues el pol-vo que caecotidiana-mente los ha vueltode plomo,
dice en sutexto,y continúa expli-cando que lo único quelos motivaa seguirlu-chando, como siempre,son sushijos, en quienesdepositan todos sus sue-ños e ilusiones por unfuturo mejor.Para todos ellos, co-menta,
la vida es como las flores: se marchita y de unono queda nada,
en su realidad sólo existe la esperanza,pues todo está seco
y si algo hay sembrado es el olvi-do
…
no se apuran por su alma, los viene correteandola vida y esa sí tiene prisa.
El día termina pronto, la desesperanza caeantes que la noche
y sólo les queda preguntarse y refle-xionar
¿Y
con qué me quito lo amargo de la vida? Yocreo que con nada... sólo muriéndome.
Recomendamos este libro por ser una buena compila-ción del trabajo realizado por esta experimentada reporte-ra, en el que refleja en buena medida un aspecto de lasociedadque, en otras circunstancias, no estaría a la vistade mucha gente
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