Sueños y realidades

¿Sueño o realidad?

Me encontraba en el hospital, no se qué hago aquí, cuando desperté ya me encontraba acá, mirando el techo blanco, tan aburrido y simple, enfermeras yendo y viniendo, sin comentarme nada, ¿Qué me paso? Es una pregunta sin respuesta. Los analgésicos están comenzando a hacer efecto en mí, me pesan los parpados.

Siento un dolor punzante y desgarrador en mi vientre ¿Qué es? Abro mis ojos, unos ojos azules cándidos es lo primero que veo, es como si me traspasaran el alma, ¿a quién le pertenecen esos ojos? Me llega el olor metálico de la sangre ¿de dónde proviene? Desvió mis ojos hacia abajo, tengo una grotesca cortada desde mi pecho hasta el vientre, al final de este se encuentra un cuchillo enterrado dos manos lo sujetan empañadas de sangre, no soporto más caigo inconsciente mirando ultima vez esos ojos.

Despierto asustado, me siento rápidamente mientras muevo la bata para ver mi cuerpo, no hay nada, ninguna cicatriz o herida, nada absolutamente nada, ¿que habrá sido eso? El día transcurre normal, quizás solo fue un sueño, vuelvo a caer dormido al anochecer.

Escucho pasos, alguien se acerca a la habitación, son fuertes, escucho con mas atención, son los tacones de una mujer, abren la puerta, una mujer de cabello negro largo y ondulado entra a la habitación, lleva un vestido negro pegado al cuerpo, es hermosa, me fijo en sus ojos son los mismo de mis sueños.

Como si me hubiera leído el pensamiento sonríe, se acerca a mí, tengo escalofríos, quiero alejarme, mi cuerpo no responde, ella está encima mío, tiene sujeto un cuchillo, corta mi bata, tengo terror, su sonrisa se agranda, siento algo punzante y desgarrador otra vez, dirijo mi vista hacia el dolor, la cicatriz está allí, ella también la mira, toma su cuchillo y lo entierra en mi otra vez, corta mi pecho, estómago y vientre formando un rectángulo torcido y sangrante, se acerca a mi oído para decirme:

-esto es solo el comienzo, lo siguiente está aquí- dice señalando mi corazón, estoy asustado, trato de gritar no me sale la voz, escupo sangre, no puedo soportarlo, caigo inconsciente, al otro día despierto alarmado, me reviso no tengo nada, siento temor, quiero irme, pero mi cuerpo no responde, el dia pasa con tranquilidad, todo parece un espeluznante sueño, debería pensar que solo es un sueño, pero algo me dice que no es así, llega la noche no duermo nada, a la media noche escucho los mismo pasos otra vez, corro al baño y me encierro allí, se abre la puerta de la habitación, los pasos se detienen, siento como si esos ojos miraran directamente hacia mí, los pasos se dirigen hacia aquí, la perilla se mueve mientras escucho como ella dice repetidamente:

-esto acabara cuando no respires con tus pulmones y no pienses en lo que vez, todo sufrimiento acabara muy pronto si me dejas terminar- repite esa frase una y otra vez, como si fuera una canción, giro mi cabeza a la puerta, su ojo me puede ver, penetrante y cruel.

-Te encontré eres mío, no puedes escapar, me has mirado ya no tienes libertad- sus voz es suave como si me acariciara la piel, pero tan cruel como mil alfileres enterrándose en mí.

La puerta cede:-basta de jugar, te has portado muy mal, mereces un castigo por toda la eternidad- dice con esos ojos cándidos que engañan y esa sonrisa que muestra el peor de los augurios.

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