Tarea 1 El factor Dios

El factor Dios

EL FACTOR DIOS

AUTOR: JOSÉ SARAMAGO

En algún lugar de la india. Una fila de piezas de artillería en posición. Atado a la boca de cada uno de ellas hay un hombre, se observan imágenes donde se observan cabezas y troncos dispersos por el campo, vísceras etc.

En algún lugar de Angola. Dos soldados portugueses levantan pos los brazos a un negro que tal vez este muerto.

En la ciudad de nueva York. Dos aviones secuestrados por terroristas relacionados con el israelismo islámico se lanzan contra las torres del World Trade Center y las derriban. Los muertos enterrados por los escombros, reducidos a migajas volatilizados se encuentran por millon.

El horror escondido como un animal inmuno, espero que saliéramos de la estupefacción para saltarnos a la Garganta. El horror por primera vez dijo aquí estoy como si acabasen de escoger una muerte que fuese suya. Siempre tendremos que morir de algo, pero ya se perdió la cuenta de los seres humanos muertos de las perores maneras que los humanos han podido inventar, una de ellas es la que desde el principio de los tiempos y de las civilizaciones manda matar en nombre de Dios.

Para la mayoría de los creyentes de cualquier religión no solo fingen ignorarlo si no que se yerguen iracundos e intolerantes para aquellos para quienes Dios no es mas que un nombre, el nombre que por miedo a morir le pusimos un día y que vendría a dificultar nuestro paso a una humanización real. A cambio nos prometía paraísos y no amenazaba con infiernos, tan falsos los unos como los otros.

Dios es inocente, inocente como algo que no existe, que no ha existido ni existirá nunca, inocente de haber creado un universo entero para colocar en el seres capaces de cometer los perores crímenes para luego justificarlos diciendo que son de su poder y de su gloria.

Los Dioses pienso yo solo existen en el cerebro humano, prosperan o se deterioran dentro del mismo universo que los ha inventado, pero el factor Dios, ese esta presente en la vida como si efectivamente fuese dueño y señor de ella.

Se dirá que un dios se dedico a sembrar vientos y que otro dios responde a tempestades. Es posible y quizás sea cierto, pero han sido ellos pobres dioses sin culpa han sido el factor Dios. Ese que ha intoxicado el pensamiento y abierto las puertas de la intolerancia más sorbías. Eso que no respeta si no aquello en lo que manda creer, el que después de presumir de haber echo de la bestia un hombre acabo por hacer del hombre una bestia.

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