Tarea Lengua Española y Técnica de la Expresión
Enviado por Isabel Cecilia Paulino Peña • 30 de Mayo de 2017 • Trabajo • 1.292 Palabras (6 Páginas) • 437 Visitas
UNIVERSIDAD PEDRO HENRIQUEZ UREÑA (UNPHU)[pic 1]
Tarea sobre el cuento: Sola y su alma
Lengua Española y Técnica de la Expresión II
Isabel Paulino 17-0394
Prof. Alberto Garrido
SANTO DOMINGO, R.D.
5 de mayo 2017
[pic 2]
Ha pasado mucho desde aquel momento, donde de verdad no sabía qué hacer, estaba atrapada no tenía donde correr, no importaba donde mirara estaba sola, no había nadie, solo sentía como la oscuridad de aquel lugar me envolvía. No entendía que pasaba, porque no podía ver nada a mi alrededor, solo cuatro paredes que se alzaban como si fueran una jaula, no sabía que más hacer, solo me senté y dejé que esa oscuridad me cubriera, cuando más atrapada estaba en ella, me era más posible oír voces que al comienzo parecían de alegría, pero poco a poco se fueron volviendo gritos y lamentos, para al final solo quedar en un silencio sepulcral, y así lo supe nadie más quedaba en el mundo, todos estaban muertos.
Ya no se por cuánto tiempo he estado aquí, tal vez días, o incluso meses, no me ha dado hambre, y ni siquiera sueño, pero si sentía como algo me estaba acosando, sé que todos están muertos, pero porque puedo escuchar como el aporrear de una puerta, no entiendo ya lo que está pasando, ¿Cómo es posible si no hay nadie, ya en este mundo? ¿Y cómo es que escucho una puerta que aquí ni siquiera está?, me fijo más en mi alrededor, como hace tiempo no hice, ya que perdí toda esperanza de escapar de esta jaula, al mirar detenidamente a mi alrededor, ahí la vi, esa imponente puerta que se alzaba frente a mí, parecía de caoba, muy bien tallada, con un mango de metal perfectamente lustrado, parecía casi nueva, por no ser por aquellas marcas que tenía, como si algo se hubiera estrellado en ella, por las esquinas de estas se veían destellos de luz, que en medio de toda esa oscuridad me invitaba a acercarme, pero no me atrevía, ya estaba acostumbrada a esta penumbra, y ahora le tenía más miedo a aquella luz, que a la soledad misma.
No importa cuanto lo intentará no puedo apartar mi mirada de aquella puerta, esa luz que se refleja, me llama cada vez más la atención, y en especial por aquel sonido que sale de ella, me doy la vuelta y trato de ignorarlo, pero ese eco de “Knok-Knock” se va haciendo más fuerte en mi cabeza, ya no lo soportaba más, me vuelvo y miro hacia esa puerta, preguntándome ¿qué hay mas allá de ella?, ¿quién podría ser si estoy sola en el mundo, si todos están muertos? ¿Cómo hay siquiera un rayo de luz en toda esta tiniebla? ¿Puedo yo volver a tener esperanza?, cada vez más interrogantes dan vuelta en mi cabeza y ya no sé qué está bien, no sabía a qué temer más, si a esta tinieblas envuelta de soledad que ya me es tan habituado, o a esa luz que se extiende por el marco de esa puerta, la curiosidad me va tentando, y poco a poco me voy acerca hacia la puerta, con miedo de lo que podría encontrar tras ella, entre más me acerca más fuerte se oye como golpean la puerta, es casi como si la quisieran derrumbar para así llegar a lo que hay tras ella, pero que hay aquí además de mí, y yo sé que no soy algo para luchar, y eso me hacía pensar en que debía hacer, al estar frente a esa imponente puerta, sentí temor, no sabía lo que me esperaba detrás de ella, fui acercando lentamente mi mano al tan resplandeciente picaporte, hasta quedar sobre él, y al ir girándolo, poco a poco sentí una sensación de calidez, que hizo que todo el pánico abandonara mi cuerpo, y logro que girara con más confianza el picaporte, dejándome llevar solo por la sensación de curiosidad que ahora en mi mente surgía, ¿Sera verdad que hay alguien más que espera por mí? ¿Podría ser posible que todavía pueda vivir en algo más que esta soledad? ¿Podre dejar de estar sola?, por alguna razón esto me hizo sentir feliz, una sensación que desde hace tiempo no tenia, sentía que en verdad podría tener esperanza, y así lo hice terminar de girar el picaporte por completo, y abrir aquella gran puerta, dejando que aquella luz me envolviera, viendo así lo que se encontraba tras ella, debo decir que aquello fue lo que me salvo de aquella oscuridad.
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