Teatro. Orígenes

Orígenes

        El teatro occidental tiene su origen en la religión. Lo que Aristóteles llamo poesía dramática “porque imitan a personas que obran” fueron al principio, sobre todo, un medio de adoración y propagación de las historias de dioses y héroes de la época dirigidos en específico al dios Dionisos (entidad que regía sobre la alegría, excitación, éxtasis y el vino). Aunque es importante destacar que antes de tener una estructura y estilo único como el que se conoce hoy día hubo, en tiempos arcaicos, una predilección por la mímica. Esto quiere decir, la representación de acciones de los dioses y los héroes a través de gestos. Estas eran acompañadas por ditirambo: danzas y cantos en torno al altar de Dionisos.

        Esta nueva poesía dramática se subdivide en dos: tragedia y comedia. Ambas tuvieron sus orígenes en las celebraciones al dios del vino y adoptaron elementos de la mímica antigua su única diferencia siendo que la tragedia apareció y se aceptó primero que la comedia. Se mantuvieron en los teatros el coro que, en el círculo central de los mismos, conocidos como orkestra, cantaba y danzaba y tocaba el flautista y un grupo de danzantes que se disfrazaban de sátiros (criaturas mitad hombre y mitad cabro). De aquí procede el término tragedia, de tragodos, “canto del cabro”. Se introdujo también al Hipócrates (‘el que responde’) quien era una especie de locutor del prólogo dictado por el ditirambo y dialogaba con aquel que entraba y salía del escenario.

        La tragedia tiene sus raíces en la poesía de Homero, ya que en esta se presencia a veces monólogos y diálogos de naturaleza trágica. Pronto se comenzó a llamar teatro por el lugar donde se realizaba y vino a suplantar a la mera recitación individual o canto de poemas, como era en épocas posteriores. Estas representaciones posteriormente constarían de tres episodios sobre una misma leyenda. Es lo que se designa como trilogía. Así, a partir del siglo VI a. C., el teatro dominaba en Atenas ya que los espectadores preferían, en vez de oír los relatos de héroes y dioses, verlos actuar en persona. La tragedia repercutía en el público quien experimentaba colectivamente o llevaban a la purificación. La catarsis (purificación emocional/espiritual) es la finalidad moral de toda tragedia. La compasión tenía como centro al hombre llamado culpable-inocente, temor al hombre desgraciado pero igual a ellas. El público terminaba simpatizando con el héroe por lo que eran tan populares.

        Tales representaciones en el siglo de Pericles, adquieren un carácter oficial. El gobierno de Atenas convocaba a concurso anualmente para las fiestas dionisiacas a los autores para que participaran con tres obras, las cuales presentaban mañana y tarde durante seis días y a las que iba gratuitamente el público. El dramaturgo que recibía el premio era tenido como héroe nacional. Es por eso y que al principio, dada la naturaleza un tanto vulgar o atrevida de los temas de la comedia, que no se creyó digna de ser representada en el teatro. Aun así, en el siglo IV a. C, se autorizó el que así se realizara en Atenas. De la comedia se suelen distinguir tres etapas históricas: Antigua (448-380 a. C.), donde por lo general se trataban males sociales y personajes que los influenciaban en su época de manera jocosa y satírica. Media (390-330 a. C.), donde se le da mucho mérito literario por ser bastante artificiales y académicas y Nueva (330-250 a. C.), que se concentraba en comedias dirigidas a las costumbres de la sociedad de ese momento, los choques generacionales del mismo y la denigración de la mujer en todo aspecto. Finalmente es la combinación de estos dos géneros literarios tan opuestos lo que caracterizaron gran parte del teatro de la época.

Dramaturgos y sus obras

Esquilo (525-455 a. C.)- Persona muy religiosa, a la vez que servidor fiel de su ciudad, fue soldado y lucho en batallas contra los persas. Cuando tenía 24 años se representó en público su primer drama. Durante varios años gano los concursos de las Panateneas. Compuso unas noventa tragedias, las cuales se conservan siete. Las más famosas son: la Orestíada, La Coéforas, Las Euménides, Las Suplicantes, Prometeo encadenado y Los Persas.

Sófocles (495-405 a. C.)- A los 28 años, ganó el concurso de tragedias en las fiestas de Atenea, superando a Esquilo y a partir de entonces seguiría obteniendo el primer premio durante veinte años seguidos. Solo se conservan siete tragedias suyas completas: Edipo Rey, Edipo en Colona, Antígona, Ayax, Tarquinias, Electra y Filocretes.

Eurípides (484-406 a. C.)- Desde joven se dedicó a la composición de obras teatrales, las cuales se representaron primero en Atenas y después en Pella. Durante 50 años escribió tragedias, unas 92 compitiendo en el escenario sobre todo con Sófocles. Solo se conservan de él 18, entre ellas: Medea, Hipólito, Andrómaca y Hécuba, Suplicantes, Troyanas, Electra e Ifigenia, Ifigenia en Aulide, Bacantes y Ciclope.

Descripción del teatro

        En la época del teatro griego todos estos teatros se construyeron a cielo abierto. Se utilizaba un espacio de tierra lisa y compacta en el cual se le daba una forma circular, pero mayormente eran semicirculares. Utilizaban la falda de las colinas para localizar las gradas en sus teatros para que así el público tuviera una buena vista hacia este. Para construir el teatro se utilizaban piedra o madera. El teatro se divide en tres partes: Orchestra, Skené y Koilon.

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