Thomas Hobbes (1588-1679)
Enviado por IkeLuis • 6 de Febrero de 2019 • Trabajo • 2.799 Palabras (12 Páginas) • 89 Visitas
Thomas Hobbes (1588-1679), su obra principal fue conocida como Leviatán y fue escrita en 1651. Al tener una fuerte influencia sobre los pensadores será casi obligado discutir los aspectos principales de tal obra. No observaba a los seres humanos como altruistas por naturaleza; aunque sí como iguales y no en un buen sentido.
La Naturaleza ha hecho a los hombres tan iguales en las facultades del cuerpo y del espíritu que, si bien un hombre es, a veces, evidentemente, más fuerte de cuerpo o más sagaz de entendimiento que otro, cuando se considera en conjunto, la diferencia entre hombre y hombre no es tan importante que uno pueda reclamar, a base de ella, para sí mismo, un beneficio cualquiera al que otro no pueda aspirar como él. En efecto, por lo que respecta a la fuerza corporal, el más débil tiene bastante fuerza para matar al más fuerte, ya sea mediante secretas maquinaciones o confederándose con otro que se halle en el mismo peligro que él se encuentra. (p.51)
Así va llevando a la imagen de la fuerza de los contendientes tanto dentro de una anarquía, como también si estuviesen unidos como piezas de un engranaje que forma algo mayor y se trata de la maquinaria Estatal o Leviatán. Si bien rinde culto a la razón y a la ciencia, tiende a distanciarlas de las personas comunes. Será como si fuera más común errar que ser científicos y enteramente racionales. El problema será que buscar tales metas no sólo será cuestión de aprender por medio de la experiencia, sino de un esfuerzo y por tanto no todos están de forma coordinada buscando ser metódicos y acercarse a la razón pura, por nombrarle de alguna forma.
Los que quedarían distanciados de lo científico y racional tendrían un asunto en común tal vez con una minoría privilegiada y se trataría del potencial de superarse. Sí bien continuamente compara a los humanos con los animales, encuentra que son distintos a ellos por tres aspectos que los lleva, a la mayoría, a la lucha de todos contra todos: primero, la competencia; segundo, la desconfianza; y, tercero, la gloria. Por ejemplo, y dejando claro que sólo se mencionarán como ejemplo algunas conductas, porque son realmente innumerables. Entre otras posibilidades, se compite para obtener un beneficio que pudieran lograr mediante robos a la propiedad de otros, violaciones sexuales y esclavizando. La competencia entre unos y otros es por subsistir o sobrevivir. Por tanto, ello conlleva protegerse, matando primero a quien te mataría, defendiéndose de quién está de frente intentando matarle o quien fue enviado para el mismo fin por otro, porque puede haber alianzas, aunque duren poco por las mismas tres características muy propias de los humanos. La sensación de gloria pudiera ser ganando equis reputación, siendo extremamente violentos, combativos de la menor provocación y asumiendo riesgos como no mostrar temor. En tales condiciones sólo puede haber de fondo un macabro escenario de muerte, pobreza, enfermedad, miedo, dolor, incertidumbre, infelicidad, entre otros males.
En una situación semejante no existe oportunidad para la industria, ya que su fruto es incierto; por consiguiente no hay cultivo de la tierra, ni navegación, ni uso de los artículos que pueden ser importados por mar, ni construcciones confortables, ni instrumentos para mover y remover las cosas que requieren mucha fuerza, ni conocimiento de la faz de la tierra, ni cómputo del tiempo, ni artes, ni letras, ni sociedad; y lo que es peor de todo, existe continuo temor y peligro de muerte violenta; y la vida del hombre es solitaria, pobre, tosca, embrutecida y breve. (p.52)
Es claro que Hobbes fue testigo en carne propia de los horrores de la guerra civil inglesa y claramente observó cómo se manifestaban los instintos más bajos de las personas entre los seguidores del parlamento frente a los de la monarquía. Hobbes plantea que existen un derecho natural, como sería defender cada cual sus vidas mediante su mejor juicio o raciocinio. Ello estará seguido de la ley fundamental de la naturaleza. Se trata de la lucha de todos contra todos y, por tanto, como se observó con antelación, no llevará a ninguna parte. Como resultado de la experiencia de la ley fundamental de la naturaleza, se buscan ahora tener mejores condiciones para existir y así se crea una segunda ley natural. Se trata de la aparición del Leviatán, Estado o asamblea de hombres. Tal maquinaria no se forma porque las personas son altruistas, sino porque es preferible cualquier cosa frente a la guerra de unos contra otros. El Leviatán o Estado es un "artificio" que sirve como árbitro entre las personas. Las últimas, partiendo de su instinto de supervivencia, egoísmo y por la ley del más fuerte, como ya mencionado, se hallarían inmersas en una guerra de todas contra todas que haría imposible el establecimiento de sociedades pacíficas, organizadas y armoniosas. Para ello será necesario crear un Estado absolutista. Se trata de una maquinaria que regularía prácticamente todos los aspectos de la interacción entre los individuos dentro de la sociedad.
Hobbes pensaba que sin absolutismo estatal reinaría el caos y la destrucción (la anarquía).
En todos los Estados, el poder soberano debe ser absoluto. Así parece bien claro a mi entendimiento, lo mismo por la razón que por la Escritura, que el poder soberano, ya radique en un hombre, como en la monarquía, o en una asamblea de hombres, como en los gobiernos populares y aristocráticos, es tan grande, como los hombres son capaces de hacerlo. Y aunque, respecto a tan ilimitado poder, los hombres pueden imaginar muchas desfavorables consecuencias, las consecuencias de la falta de él, que es la guerra perpetua de cada hombre contra su vecino, son mucho peores. La condición del hombre en esta vida nunca estará desprovista de inconveniente; ahora bien, en ningún gobierno existe ningún otro inconveniente de monta sino el que procede de la desobediencia de los súbditos, y del quebrantamiento de aquellos pactos sobre los cuales descansa la esencia del Estado. Y cuando alguien, pensando que el poder soberano es demasiado grande, trate de hacerlo menor, debe sujetarse él mismo al poder que pueda limitarlo, es decir, aun poder mayor. (p. 86)
El Estado sólo se hace legítimo mediante un contrato social. Se trataba de una forma en que los poderes individuales se transfieren a "un solo hombre" o "asamblea de hombres": Leviatán, república o Estado. El “Leviatán” era el monstruo bíblico, cuya cada parte de su cuerpo serían los cuerpos de las demás personas. Las leyes que fuesen creadas no podían ser similares e incongruentes con los derechos naturales; aunque sí estaría por encima de éstas porque de ello se trata el contrato social y serán aplicadas por un ente soberano o persona cuyo poder está por encima de todos una vez concluido
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