Tijuana, Baja California, agosto 12 de 2002
Enviado por Beatrix Uribe • 1 de Abril de 2016 • Apuntes • 11.209 Palabras (45 Páginas) • 288 Visitas
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BAJA CALIFORNIA
Escuela de Humanidades
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Manual de estilo para la redacción
universitaria
Tijuana, Baja California, agosto 12 de 2002
Índice
Introducción.......................................................................................................................... i
- ¿Qué es un texto académico?, Pág. 1
- Los textos académicos y la computación, 11
- ¿Cuartilla o página?, 11
- La forma de los textos académicos, 12
- Extensión de los párrafos, 14
- La importancia de la ortografía, 15
- La sintaxis, 17
- Esquema del texto académico, 18
- Esquema que utiliza descriptores de los niveles uno, dos y tres, 19
- Esquema que utiliza descriptores de los niveles dos y tres, 20
- Tipografía especial, 23
- Criterios contra el plagio, 26
- Estilos de documentación, 30
- Características de las portadas, 32
Anexo A, ejemplos de portadas, 33
Anexo B, los elementos en un texto, 40
Anexo C, abreviaturas comunes, 46
Con el objetivo de actualizar el presente Manual de estilo para la redacción universitaria, y aprovechando el momento coyuntural de la implementación de los nuevos planes de estudio en la Escuela de Humanidades de la UABC (2006-2), se dieron cita varios profesores quienes en reuniones colegiadas, realizaron las observaciones que este documento contiene.
Básicamente, se determinó incluir una serie de definiciones en la “Taxonomía del texto académico” que sirven de mayor orientación, y se agregó una “Tabla de abreviaturas más comunes”.
La revisión fue llevada a cabo durante el mes de marzo de 2006 y corrió a cargo de los siguientes profesores: Lic. Ma. del Carmen Castañeda Hernández, Mtra. Patricia Margarita Aceves Calderón, Mtro. Gerardo León Barrios, Dr. Hugo Salcedo Larios y Mtro. Luis Carlos López Ulloa.
Índice de figuras y cuadros
Figura 1. Taxonomía del texto académico, sus géneros y variantes, 2
Cuadro 1. Funciones del procesador de palabras y sus características en la escritura de
textos académicos, 13
Cuadro 2. Estilos de documentación para los textos académicos, 29
Cuadro 3. Colocación de los descriptores de la portada de los textos académicos, 31
Introducción
En marzo de 2001, por medio del oficio circular 134/2001-1, los directivos y coordinadores de cada una de las licenciaturas de nuestra Escuela convocamos al profesorado de esta unidad académica a dos reuniones. La intención fue analizar las diversas problemáticas relacionadas con la redacción universitaria, una de las dimensiones fundamentales en la formación de nuestros estudiantes. De aquellas reuniones derivaron otras más hasta el mes de junio. En petit comité los coordinadores académicos y directivos dimos el seguimiento necesario a las propuestas y metas que acordaron nuestros compañeros.
Se generaron dos inventarios de problemas. En el primero se agruparon los aspectos básicos de la redacción y la forma de los textos académicos. Por los acuerdos logrados se establecieron criterios comunes de evaluación, además de seleccionar los estilos de documentación que se utilizarán en las cuatro licenciaturas y etapa básica de Humanidades. También se definieron criterios contra el plagio, tipos de portadas y varios más que se encontrarán en este manual.
En el segundo inventario ubicamos lo tocante a las habilidades de lecto-escritura, la pobreza de vocabulario, el uso errático de los tiempos de la conjugación verbal, la dificultad para comprender y/o sintetizar textos de complejidad variable y otros. Debe quedar claro, también, que todo lo anterior afecta a los estudiantes de Tijuana, del resto del país y a toda América Latina. Problemas similares afectan, también, a países anglófonos. Fue claro, además, que las soluciones para este segundo inventario de problemas, por su origen y naturaleza, no pueden ser sino a mediano y largo plazo. Deben analizarse y pensarse prospectivamente, articulando el currículum actual y el currículum deseable con el perfeccionamiento de los ejercicios docentes en nuestra unidad académica.
Después de esas reuniones e inventarios vinieron razones de diferente índole que demoraron la aparición de esta primera versión del manual. Consideramos, sin embargo, que a pesar del retraso conserva su pertinencia. Todos los asistentes a las reuniones ya mencionadas coincidimos en reconocer la importancia estratégica que tiene la redacción universitaria, en todas las áreas del conocimiento, para la formación de los futuros profesionales[1].
Podemos decir que obtuvimos dos conclusiones: i) el pensamiento crítico es inalcanzable sin el dominio de las habilidades básicas de lecto-escritura; ii) su refinamiento e influencia en la formación de los/las estudiantes son resultado de un largo, largo proceso que inicia en la educación básica. Lo anterior podría parecer una perogrullada. Sin embargo, al revisar la bibliografía disponible de la investigación educativa especializada sobre la situación de la redacción universitaria en México, sin ser abundante, demostró que desde hace varios decenios padecemos (como país) una verdadera pandemia. Siendo así, cualquier intento de solución de los problemas en la enseñanza y práctica del lenguaje oral o escrito, al igual que de las matemáticas, las ciencias naturales, las ciencias sociales, las humanidades y la metodología de la investigación debe observar lo que sucede en todo el sistema educativo de nuestro país.
En ese sentido, los problemas de la redacción universitaria que padecemos en nuestra Escuela reflejan una deficiencia estructural, que lamentablemente no podrá solucionarse en poco tiempo. Para ilustrar la magnitud de los desafíos tenemos dos casos. En los últimos meses del año pasado conocimos, por medio del diario Reforma, los resultados de la evaluación de la calidad de la educación mexicana que realizó la Asociación Internacional para la Evaluación del Logro Educativo[2]. Los mexicanos confirmamos una sospecha añeja, quizá demasiado añeja. Si bien fueron y siguen siendo muy discutibles los aspectos metodológicos del referido informe, el asunto de fondo es que desde la educación básica hasta la educación superior no podemos, no debemos continuar sin compartir criterios y compromisos para mejorar sustancialmente todo lo referente a la redacción universitaria.[3]
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