Todos Los Cuentos
Enviado por fdfdfdfggfdgdfg • 16 de Febrero de 2013 • 869 Palabras (4 Páginas) • 368 Visitas
Este volumen recoge los cinco libros de relatos que publicó la autora hasta la fecha y añade El faro, un relato inédito, continuación del que había dejado inacabado Poe.
Creo sinceramente que es imprescindible leer el prólogo de Fernando Valls (antes o después de los cuentos, eso a gusto de cada uno) porque arroja mucha luz y hace uno de esos análisis profundos a los que nos tiene tan acostumbrados.
El primer libro de relatos de Fernández Cubas, Mi hermana Elba, apareció publicado en 1980 y supuso no sólo un enorme éxito, sino una bocanada de aire fresco en el panorama español, más ligado desde siempre al realismo que a la corriente fantástica. Los cuatro relatos que lo forman están plagados de inquietud y misterio. Desde el primero, Lúnula y Violeta, asistimos a ese ambiente tan propio de la autora, un ambiente cargado de magnetismo y de un aroma que casi podemos oler: mujeres con sombreros de tienda de segunda mano, contadoras de historias que hipnotizan, casas aisladas en medio del campo y ese cierto toque vampírico de una de las protagonistas para extraer y apropiarse de las cualidades de la otra. Es este un cuento realmente magnífico, narrado en primera persona por una de las protagonistas, en forma de diario o de apuntes inconexos. Creo, sin embargo, que le sobra la parte final, lo que se llama “nota del editor” y que expone quiénes eran (o podían ser) Lúnula y Violeta y cómo aparecieron esos papeles que ahora se transcriben. Pienso que esta última parte es demasiado explicativa y le resta fuerza y misterio al resto de la historia, que es maravillosa.
La ventana del jardín es otro relato estupendo, con final inesperado si tenemos en cuenta que se enmarca dentro de una cierta corriente fantástica o, al menos, de misterio. Termina como no terminaría un relato de estas características, es decir, con la explicación más obvia y la apertura a nuevos enigmas, y eso le imprime un valor añadido. Nuevamente narrado en primera persona, nos cuenta la llegada de una antigua amiga a la casa de un matrimonio con un hijo enfermo. A la recién llegada todo lo suena extraño, hasta el punto de que empieza a plantearse si no habrán asesinado al niño o si no se habrán inventado que está enfermo. Quizás lo más llamativo del relato es la creación de un lenguaje nuevo, o mejor: la utilización del lenguaje conocido para designar realidades diferentes.
Mi hermana Elba es un relato maravilloso plagado de niñas extrañas. También está narrado en primera persona (como los cuatro que conforma el primer libro de relatos de la autora). Tras problemas en el matrimonio de sus padres, dos niñas son enviadas a un internado de monjas. Allí conocen a una chica extraña que se pasea por las áreas prohibidas del colegio sin que nadie le diga nada. Ha encontrado un escondite secreto, un especio fuera del espacio (una esquina al lado de una escalera, una baldosa en medio de la iglesia…)
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