Tres días de felicidad
Enviado por YunikonShipper • 21 de Noviembre de 2018 • Tutorial • 49.841 Palabras (200 Páginas) • 149 Visitas
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Tres días de felicidad
Sugaru Miaki
Traducción por Fukiburi Hime
Glosario
Capítulo 1: Una promesa por diez años……………………… 5
Capítulo 2: El principio del fin………………………………16
Capítulo 3: La observadora con sus rodillas arriba…………… 36
Capítulo 4: Comparemos respuestas………………………. 48
Capítulo 5: Todo por venir………………………………… 57
Capítulo 6: Uno que cambió, uno que nunca lo hizo……………...67
Capítulo 7: Asalto de la capsula del tiempo………………… 79
Capítulo 8: Actos inapropiados…………………………… 90
Capítulo 9: Muy bueno para ser verdad…………………… 99
Capítulo 10: Para mi único amigo de la infancia………………. 114
Capítulo 11: Presionando para un tour a la máquina expendedora 136
Capítulo 12: Un mentiroso y un pequeño……………………. 160
Capítulo 13: Una manera muy realista…………………… 178
Capítulo 14: El período azul……………………………… 195
Capítulo 15: El regalo de los Reyes Magos…………………… 214
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“Y al final, el amor que te llevas, es equivalente al amor que das”
The End - Los Beatles
Capítulo 1: Una promesa por diez años
Cuando me contaron por primera vez cómo podría vender mi vida, lo primero que me vino a la mente fue una lección de moral de la escuela primaria. Éramos niños de diez años que aún no sabían pensar por su cuenta, así que la maestra de nuestro grado, una mujer de unos treinta años, nos preguntó algo como esto:
“A todos les han dicho que una vida humana es algo que no puede ser reemplazado, y es más valioso que cualquier otra cosa. Ahora, si se le diera un valor monetario, ¿cuánto dinero crees que valdría?”
Luego tomó una pose pensativa. Pensé que su manera de hacer la pregunta era inadecuada, personalmente. Permaneció en silencio durante unos buenos veinte segundos, todavía sosteniendo un trozo de tiza y mirando la pizarra de espaldas a los estudiantes.
Mientras ella hacía esto, los estudiantes reflexionaban seriamente sobre la pregunta. A muchos les gustaba la joven y bella maestra, por lo que querían decir algo agradable que mereciera un cumplido.
Una sabelotodo levantó su mano:
“Una vez leí en un libro que los gastos totales de vida de un asalariado son de entre 200 y 300 millones de yenes. Así que creo que una persona promedio estaría por allí”
La mitad de los estudiantes “oohdearon” y aahdearon”, la otra mitad se veía aburrida y harta, la mayoría de los estudiantes odiaban a la sabelotodo.
La maestra sonrió y asintió. “Ciertamente, eso es verdad, quizás los adultos te darían la misma respuesta. Una respuesta podría ser que el dinero que gastamos en una vida es equivalente al valor de esta, pero quiero que te alejes de ese tipo de pensamiento…
Ya sé, hagamos una alegoría, la usual alegoría difícil de entender.”
Nadie entendió la lo que la figura que la profesora dibujó en la pizarra con tiza azul se suponía que tenía que ser. Lo podías ver como un humano, o como goma de mascar en el camino.
Pero este era exactamente su intento.
“Este “Algo de naturaleza desconocida” tiene más dinero de lo que nunca podría necesitar, pero el Algo anhela vivir una especie de vida humana, así que trata de comprar la vida de alguien más. Un día, de repente te encuentras con Algo, y entre tanto te pregunta: “Oye, ¿quieres venderme la vida que vas a vivir?”- dice el Algo.”
Ella detuvo la historia allí por un momento.
“¿Si la vendiera, que pasaría?”- un chico muy serio preguntó luego de levantar su mano.
“Morirías, seguramente”- respondió la profesora rotundamente.
“Entonces rechazas al Algo, por el momento. Pero se cuelga de ti. “Bueno, sólo la mitad está bien, ¿quieres venderme treinta años de los sesenta que te quedan? Realmente los necesito, sabes.””
Recuerdo estar pensando mientras la escuchaba con mi barbilla en mis manos, “Entiendo.” Sin duda, si todo hubiera empeorado, sin dudas podría haber considerado venderla, tengo límites, y parecía evidente que una vida corta y gorda sería preferible a una vida larga y delgada.
“Ahora, aquí está la pregunta, este Algo que desea vivir una vida humana debe haber asignado un valor anual de su vida restante, ¿bien? …Te lo diré por adelantado, no hay respuesta correcta, quiero saber lo que piensas, y como llegaste a esa respuesta. Ahora habla con tus compañeros.”
El aula empezó a zumbar con la conversación, pero no participé en nada de esto, para ser exactos, no pude.
Porque como esa sabelotodo que vino con una respuesta de gatos de vida, era un apestoso de la clase.
Pretendí no estar interesado en hablar sobre ello, y esperé que pasara el tiempo
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