UNA LOCURA DE AMOR

Historia-Entrevista

“Una locura de amor”

Cesar Estivens Lozano Torres

Edna Camila Moreno Velásquez

Gabriela Díaz Ripe

Mayra Alejandra Giraldo González

Angie Paola Parra Mosos

Corporación Universitaria Minuto de Dios UNIMINUTO

Profesor: Sergio Camilo Vargas

Contaduría Pública

Ibagué, Tolima

2020

UNA LOCURA DE AMOR

Era verano cuando sus ojos se cruzaron por primera vez y a su corta edad quedaron encantados el uno por el otro, siguieron sus vidas cada uno por su lado. Juana cursaba el grado 11 de bachillerato, su familia era de esas familias de la época, conservadora y numerosa, los permisos para salir eran contados y pedir uno era de cierta manera un pequeño sacrificio, pues su padre era muy controlador y un poco machista, así que la única manera era recurrir a sus hermanas para que la cubrieran en sus salidas.

La vida de Juana transcurría de manera normal, tenía que cumplir con sus deberes diarios, los cuales eran ir a estudiar, hacer trabajos y ayudar con los quehaceres del hogar, pero no podían faltar las peleas adolescentes entre sus hermanas, que al final siempre terminaban en solo un rato desagradable y de vuelta todo a la normalidad.

Después de ver a ese chico misterioso pero simpático, su curiosidad por saber de donde era y que hacia fue creciendo con los días, así que nada más practico que recurrir a sus hermanas para poder salir de nuevo por el sector donde lo había visto. Pedro era un chico como dicen echado pa’lante, inteligente y apuesto, desde muy corta edad empezó a trabajar y a trabajar en lo que saliera, inicio como vendedor en una ferretería, pues en esa época conseguir trabajo era mucho más fácil, al mismo tiempo que estudiaba para cumplir sus sueños.

Fue así como esa tarde calurosa cupido hizo su trabajo, pues se volvieron a cruzar Pedro y Juana, esta vez para poder hablar e intercambiar sus nombres, entre risas, miradas coquetas, inicio un verdadero amor. Pero no contaban con que iniciarían una aventura donde no todo sería color de rosa, ese día fue un día de esos que nunca se olvidan y que vivirá para siempre en sus recuerdos.

La inocencia de la época tenía sus misterios, Pedro picaron y coqueto se despidió de Juana con un beso esquinero, y ella feliz con sus ojos brillantes le dijo que esperaba volverlo a ver pronto. Fue así como trascurrieron los días y las escapadas con la ayuda de sus hermanas se hicieron más frecuentes, pero para ella valía la pena correr el riesgo.  

Después de unos meses, el padre de Juana sospechaba algo, ella aún era muy joven para los ojos de su padre, así que él no permitiría que ella iniciara un amorío. En ese momento lo que había sido el inicio de un idilio de amor se convertiría en una pesadilla con nombre propio, pues a su padre no le temblaba la mano para imponer lo que él consideraba el orden y desde ese momento fue casi imposible que, Pedro y Juana se pudieran ver seguido.

Fue por eso que no les quedo de otra y recurrieron a sus hermanas alcahuetas que hicieron las veces de mensajeras, llevando y trayendo cartas donde se expresaban sus más sinceros sentimientos, pero Pedro no aguantaba más, necesitaba verla y tomo la decisión más importante de su vida, presentarse ante su padre y pedirle que le diera la oportunidad de demostrar que su única intención era hacer feliz a Juana.

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