Un Tejere Verde

Tigre negro, venado blanco

Un tigre negro estaba cansado de dormir al descubierto y decidió construir una choza a la orilla de un río. Un venado blanco tenía la misma idea, ignorante de que por allí andaba el tigre. El venado comenzó a preparar el terreno y salió de paseo. En ese momento llegó el tigre, que se sorprendió al ver el espacio listo. Comenzó a trabajar y luego se alejó para descansar.

Al día siguiente llegó de nuevo el venado y al ver avanzada la obra pensó que algún desconocido lo había ayudado. Le puso techo a la choza, la separó en dos habitaciones, y se puso a vivir en una. El tigre negro llegó más tarde y cuando vio que la choza estaba terminada se instaló en la habitación de junto. Ambos despertaron con sed y, al dirigirse al río para beber, se encontraron y comprendieron lo ocurrido.

“Bueno”, dijo el venado, “el destino quiere que vivamos juntos”. El tigre respondió: “Bien. Podemos dividirnos las tareas. Hoy a mí me toca ir por la comida”. El tigre salió a cazar y regresó cargando el cuerpo de un venado rojo. Al entregárselo al venado blanco éste lo preparó, pero no comió ni durmió pensando en que el tigre podría devorarlo.

Al día siguiente el venado fue a buscar la comida. Halló un tigre más grande que su compañero. Con ayuda de un oso, lo capturó y lo llevó a casa. El tigre negro cocinó la carne, pero no la probó. Cuando oscureció, tanto el tigre como el venado temblaban pensando en el ataque del vecino. Sin querer, el venado dio una coz en la pared de su cuarto. El tigre rugió. Creyeron que la guerra había comenzado y salieron huyendo. La choza quedó abandonada.

En la noche, otra vez al descubierto, el tigre negro pensaba: “¡Hubiera sido más sencillo ponernos de acuerdo!”. El venado blanco, vagando bajo

...