Un hombre empezó a leer una novela pero la dejo de leer un tiempo por cuestiones de negocios
Enviado por AngelicaAMAR • 27 de Mayo de 2017 • Reseña • 614 Palabras (3 Páginas) • 389 Visitas
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Administración en Salud Ocupacional
CEPLEC
La reseña
Un cuento sin final
Presenta
Gina Carolina Cardona
Katherine Cárdenas
Angélica Albarracín
Docente
Andrés Niño
Colombia_ Ciudad Bogotá D .C. Abril 09, de 2017
Contenido
Introducción…………………………………………………………………………………
Desarrollo…………………………………………………………………..………………4
Conclusión………………………………………………………………………………….5
Referencias…………………………………………………………………………………..
Introducción
Este es un cuento de la autoría de Julio Cortázar habla de un hombre que empieza a leer una novela este se interesa tanto por la trama de la misma que se imagina todo cada situación cada momento, pero llega a un punto tan alto de imaginación que se incluye en la novela convirtiéndose en uno de los participantes al regresar a la realidad se da cuenta que todo lo que había vivido hacia parte de su imaginación.
Cuento: Una novela sin final
Autor: Julio Cortázar
Encuentro: 1 pagina
Bogotá 2017
Una novela sin final
Un hombre empezó a leer una novela pero la dejo de leer un tiempo por cuestiones de negocios, la volvió a leer de regreso en tren a la finca pauso la lectura luego de escribir una carta y de discutir con su mayordomo retomo la lectura en el estudio con mucha tranquilidad sentado en un sillón después de leer los últimos capítulos de la novela .Quedo en su cabeza los nombres de los personajes.
En medio de su imaginación le dio vida a cada imagen que estaba al rededor los ventanales danzaban en el aire fue testigo del encuentro en la cabaña del monte esto hacia parte de su imaginación ya que se involucró en la novela y en medio de ella se encontraba en una cabaña conviertiendose en el amante de una mujer el cual rechazaba sus caricias ver empeño de la mujer por retenerlo era en vano ya que el demostraba total indiferencia en ese momento solo pensaba en destruir otro cuerpo ya en medio del anochecer debían separarse la mujer debía tomar por la senda que iba al norte desde el lado opuesto se devolvió para verla correr con el pelo suelto. corrió a su casa en su imaginación los perros no ladraban y no ladraron ni siquiera el mayordomo. Subió los tres peldaños recordando las palabras de la mujer . Se encontraba con una sala azul, una galería y la escalera alfombrada. Había dos puertas. No había nadie en la primera habitación en la segunda tampoco y en la puerta del salón al respaldo de un sillón de terciopelo verde la cabeza de aquel hombre leyendo la novela.
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