Valoración crítica El sí de las niñas

Valoración crítica El sí de las niñas

El sí de las niñas es la tercera comedia teatral del autor madrileño Leandro Fernández de Moratín. Fue una obra de gran éxito que gozó del favor del popular. Moratín crea esta obra basándose en los ideales neoclásicos de la época en la que vive dándole preferencia a la prosa y a la comedia frente al verso y la tragedia, buscando criticar vicios y errores de la sociedad tales como la inautenticidad como forma de vida o la falta de libertad de los hijos en el matrimonio. Define la comedia neoclásica en un marco perfecto, en el que respeta escrupulosamente la regla de las tres unidades.

La acción es única, no contiene acciones o historias secundarias, se desarrolla en un único lugar que el autor se encarga de resaltar y a lo largo de un tiempo ajustado (en menos de 12 horas) en el que se desarrollan asuntos de la vida cotidiana.

El sí de las niñas queda estructurado en tres actos en los que Moratín busca captar la máxima atención por parte del espectador, para ello, crea una introducción rápida seguida de una larga acción que desemboca en un desenlace fugaz acompañado de un fin educador. Con ello consigue que tras la máxima atención e intriga del espectador, la sensación de alivio sea mucho mayor.

En consonancia con estos objetivos, tanto el número de personajes como su aglomeración en el escenario son escasos, El sí de las niñas tiene un total de siete personajes que únicamente aparecen en conjunto en el desenlace. Cada personaje muestra una manera de pensar distinta en relación a las distintas clases sociales, consiguiendo así acercarse al espectador: Don Diego (clase alta) refleja la racionalidad, la cual antepone a sus deseos de casarse con Doña Paquita, de ahí que sea el personaje elegido por Moratín para transmitir la enseñanza final. Por su parte, doña Francisca y don Carlos muestran la educación que reciben los jóvenes de la época, que se ven obligados a controlar sus impulsos y actuar con falsedad. Finalmente, doña Irene representa el contrapunto cómico de don Diego, en ella podemos apreciar el egoísmo de las madres que buscan casar a sus hijas en busca del máximo beneficio. La intervención de los criados (Rita, Simón y Calamocha) resulta inevitable ya que aportan el toque cómico y expresivo a la obra.

Como podemos ver en el papel de los personajes, la temática y los contenidos son muy variados, destacando como tema fundamental el problema de los matrimonios

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