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ÉTICA Y MORAL EN LA CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA


Enviado por   •  5 de Enero de 2014  •  Tesis  •  3.155 Palabras (13 Páginas)  •  452 Visitas

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ÉTICA Y MORAL EN LA CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

El pueblo de Venezuela, en ejercicio de sus poderes creadores e invocando la protección de Dios, el ejemplo histórico de nuestro Libertador Simón Bolívar y el heroísmo y sacrificio de nuestros antepasados aborígenes y de los precursores y forjadores de una patria libre y soberana; con el fin supremo de refundar la República para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural en un Estado de justicia, federal y descentralizado, que consolide los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia y el imperio de la ley para esta y las futuras generaciones; asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna.

PRINCIPIOS FUNDAMENTALES

Artículo 1. La República Bolivariana de Venezuela es irrevocablemente libre e independiente y fundamenta su patrimonio moral y sus valores de libertad, igualdad, justicia y paz internacional en la doctrina de Simón Bolívar, el Libertador.

Son derechos irrenunciables de la Nación la independencia, la libertad, la soberanía, la inmunidad, la integridad territorial y la autodeterminación nacional.

Artículo 2. Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político.

Artículo 3. El Estado tiene como fines esenciales la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, el ejercicio democrático de la voluntad popular, la construcción de una sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo y la garantía del cumplimiento de los principios, derechos y deberes reconocidos y consagrados en esta Constitución.

La educación y el trabajo son los procesos fundamentales para alcanzar dichos fines.

Artículo 4. La República Bolivariana de Venezuela es un Estado Federal descentralizado en los términos consagrados en esta Constitución, y se rige por los principios de integridad territorial, cooperación, solidaridad, concurrencia y corresponsabilidad.

Artículo 5. La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público.

Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos.

Artículo 6. El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y de las entidades políticas que la componen es y será siempre democrático, participativo, electivo, descentralizado, alternativo, responsable, pluralista y de mandatos revocables.

Artículo 7. La Constitución es la norma suprema y el fundamento del ordenamiento jurídico. Todas las personas y los órganos que ejercen el Poder Público están sujetos a esta Constitución.

Artículo 8. La bandera nacional con los colores amarillo, azul y rojo; el himno nacional Gloria al bravo pueblo y el escudo de armas de la República son los símbolos de la patria.

La ley regulará sus características, significados y usos.

Artículo 9. El idioma oficial es el castellano. Los idiomas indígenas también son de uso oficial para los pueblos indígenas y deben ser respetados en todo el territorio de la República, por constituir patrimonio cultural de la Nación y de la humanidad.

PRINCIPALES VALORES Y VIRTUDES MORALES

Se dice que la naturaleza es principio radical de operaciones; la naturaleza, pues, no es operativa en cuanto tal, sino que lo hace mediante las potencias u órganos cuando es naturaleza corpórea: vemos con los ojos, oímos con los oídos, conocemos con la inteligencia. Si se ejercitan las potencias y órganos adquieren formas estables de actuación o hábitos operativos, que, si son buenos, se llaman virtudes; si malos, vicios. La virtud, por tanto, es una cualidad buena, que perfecciona de modo habitual las potencias, inclinando al hombre a obrar el bien.

Virtudes morales, virtudes teologales

Los filósofos anteriores al cristianismo hablaban de la virtud perfecta para calificar la manera noble y acabada del ser humano; pero se movían en un ámbito puramente natural. La Iglesia habla además de virtudes sobrenaturales, que Dios comunica graciosamente al hombre y que, cuando se viven en plenitud, conforman la santidad. En la proclamación de los santos no hace otra cosa que investigar y sancionar que en aquella vida hay pruebas de que ha practicado, en grado heroico, las virtudes teologales de la fe, esperanza y caridad, así como las virtudes cardinales de la prudencia, justicia, templanza y fortaleza, con las virtudes anejas.

La virtud -y las obras virtuosas- es lo que da el toque de perfección en el ser y en el obrar de la naturaleza humana; sobre todo si el ser natural viene elevado y ennoblecido por las virtudes sobrenaturales, ya que "la gracia no destruye la naturaleza sino que la perfecciona".

Las virtudes morales

Las virtudes más excelentes son las virtudes teologales, que se refieren directamente a Dios; pero también son importantes las virtudes morales, que perfeccionan el comportamiento del individuo en los medios que conducen a Dios. Si pensamos en el modo de adquirirlas, unas son virtudes naturales o adquiridas, si se alcanzan con las fuerzas de la naturaleza; otras, sobrenaturales, si las concede Dios de modo gratuito. Las virtudes teologales siempre son sobrenaturales o infusas; las morales pueden ser adquiridas o infundidas por Dios.

El hombre puede realizar actos buenos con las fuerzas naturales, adquiriendo virtudes. Por ejemplo: la sinceridad, la laboriosidad, la discreción, la lealtad... Las principales virtudes morales -llamadas también cardinales porque son como el quicio o fundamento de las demás- son la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza.

La prudencia: Es la virtud que dispone la razón práctica para discernir -en toda circunstancia- nuestro verdadero bien, eligiendo los medios justos para realizarlo.

La justicia: Es la virtud que nos inclina a dar a Dios y al prójimo lo que les es debido, tanto individual como socialmente.

La fortaleza: Es la virtud que en medio de las dificultades asegura la firmeza y constancia para practicar el bien.

La templanza: Es la virtud que refrena el apetito de los placeres sensibles e impone moderación en

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