ÉTICA DE ARISTÓTELES

ÉTICA DE ARISTÓTELES

La ética según Aristóteles tiene que ver con sus acciones, mientras estas acciones traigan cosas buenas para el hombre, serán buenas acciones, pero si se opone a que la persona realice algo bueno entonces serán malas acciones.

Partiendo de esto podemos entender que para Aristóteles el fin que buscan los hombres basándose en la ética seria la felicidad, puesto que sus acciones siempre irán encaminadas a buscar el bienestar mismo del hombre, pero también dice algo interesante, ya que él explica que para las personas la felicidad como tal, puede significar cosas totalmente diferentes, para algunos el placer puede significar su felicidad, para otros sus riquezas, para otros podría ser su salud si es que carecen de ella, en fin, tal vez lo que nos pretende explicar es que para cada persona la felicidad podría ser obtener algo que anhela o que carece.

Para Aristóteles la felicidad es algo que todo hombre o ser humano aspira obtener como bien supremo, está en nuestra naturaleza y todos siempre en todo momento estaremos en busca de la felicidad.

La felicidad es lo que todos los hombres quieren y buscan, sin embargo no está allí donde la mayoría suele buscarla, ya que la felicidad no radica en banalidades, no radica en la riqueza, ni en los honores ni en el éxito.

La felicidad está en una vida virtuosa, la virtud consiste en buscar la parte media de las cosas, si un hombre es cobarde cae en el exceso, si es valiente está en la posición media pero si es fanfarrón ya estaría cayendo en el extremo opuesto lo cual ya no sería una virtud sino un defecto, en otras palabras lo que trata de dar a entender es que el actuar del hombre debe estar regido por la prudencia para no caer en ninguno de esos extremos. Todas las virtudes son hábitos que se adquieren por medio de la práctica constante. La virtud por excelencia es la justicia, la cual consiste en acatar las leyes y el respeto hacia los demás ciudadanos.

Pero reflexionando un poco sobre estas ideas, también podemos darnos cuenta que la verdadera virtud no es buscar el lado medio de las cosas sino más bien es saber qué hacer  en el momento oportuno, saber elegir para tomar la decisión correcta y si nuestra decisión nos lleva a una posición donde estemos contentos con nosotros mismos entonces podremos estar seguros que hicimos lo correcto y eso nos dará una grata sensación de felicidad.

Sócrates sostenía que todas las virtudes son formas de la razón por lo mismo que son formas del conocimiento, sin embargo Sócrates decía que todas las virtudes son razonables ósea que la virtud no es solamente la actitud justa y razonable, sino que es una actitud que conduce a una decisión razonable y justa y es precisamente esta decisión a la que nosotros llamamos prudencia.

CONCLUSIÓN

Teniendo en cuenta la forma en que Aristóteles nos transmite sus ideas en cuanto a la felicidad del hombre, creo que es simple su lógica, un hombre tiene al alcance su propia felicidad, solo necesita tener prudencia y practicar la benevolencia y saber elegir en el momento adecuado para hacer las cosas correctas.

Si en medida que tomes las decisiones que consideres correctas te sientes bien, eso querrá decir que hiciste lo correcto.

Todo esto se basa en la toma de decisiones y en saber ser prudentes para estar conforme y contento con uno mismo a esto podemos llamarle “la racionalidad de las personas”.

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