Alma de un artista

Exponiendo el alma de un artista[pic 1]

¿Es el arte la pasión de alguien? Sí lo es y cuan afortunado es aquel que tiene ese don, el artista descubre como ver con los ojos del alma y ser así expositor de sí mismo. El artista es un misterio, al igual que su arte; no se sabe si los críticos de él lo verán “bueno” o “malo” pero eso es lo hermoso del arte, encajar no con todos sino con quién necesite ser encontrado y escuchado.

La grandeza de un artista es semejante a la grandeza de su alma. Aquel que sepa aplicar la gran frase de René Descartes “cogito ergo sum”^[1] debe saber que el artista siempre piensa en su obra, en lo que va a transmitir y como su obra tomará una parte de él y la expondrá. La obra de un artista se lleva un pedazo de éste y prevalecen juntos haciendo un conjunto único.

Introducción

“Un artista sos vos que en medio de tanta angustia te detienes a contemplar el universo y a admirarlo”. Ser artista es crear constantemente y comprobar que es un misterio este poder que invade desde el derecho más íntimo, desde la parte más inefable del alma, dejándonos solos, sólo con la posibilidad de seguir cultivando el espíritu para poder continuar sobre esta tierra, que con su espectáculo embriaga los sentidos.

En medio de la alucinación, entre risas y llanto, nos hace poner otra vez en el ensueño una nueva obra que nos deje como un ramé^[2]. Pero de eso se trata ¿verdad? El artista va y viene en un sinfín de cósmicos pensamientos que se encierran en un pincel, en unas zapatillas de ballet, es un instrumento, en un libro y hasta en lo más ignorado y más hermoso “el cielo” que ante un hombre, es esplendido y simplemente maravilloso.

Asumirse como artista es un asunto delicado. No solo por lo que implica como en cualquier profesión, sino porque ser artista lleva implícito el objetivo de crear, que es lo mismo que recorrer un velo de misterio, como los científicos que descubren cosas o los inventores que desarrollan artefactos. El acto de crear implica muchos retos y se supone que debamos sobrepasarlo todo porque es lo que hacemos como artistas

Exposición

Ser artista es tener valor para crear, para producir obras de arte, que de entrada puedan gustar o no, o pueden llegar a valer mucho o nada. Por eso el arte es un misterio. A pesar de esos fracasos los artistas son innovadores pues dan rienda suelta a su imaginación. Sus obras están inundadas de emoción, y toda una tragedia que acosa al artista en este mundo que desvaloriza lo bello e inimaginable del subconsciente del artista.

La emoción de crear. A mayor imaginación mejores propuestas saldrán de las manos de un pintor, de un escultor o de una joyera, de una bailarina, y es que se aprende a ver el mundo como si tuviera en sus ojos un microscopio que amplifica en su mente hasta los menores detalle de la vida humana donde el alma hace su parte dando al artista algo más que lo material.

Antoine de saint-exupéry expuso algo interesante en su obra maestra “el principito” donde propone que “sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos”. ^[3] Esta frase se convierte en una reflexión sobre el valor de las cosas y en este caso el valor del arte. Éste no es para complacer a todos, sino para adherirse al alma de pocos.

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