Fedon O Del Alma
Enviado por maiie • 9 de Octubre de 2011 • 1.915 Palabras (8 Páginas) • 1.150 Visitas
Fedón o del Alma
El Fedón es el diálogo en el que se relata la conversación que tuvo Sócrates con sus amigos el último día de su vida antes de beber cicuta, la pena de muerte impuesta por la polis de Atenas y fundamentalmente trata sobre la inmortalidad del alma, de su existencia como algo eternamente vivo antes y después de su unión y separación con la carne mortal.
En primer lugar, los amigos de Sócrates lo encuentran radiante y profundamente feliz y ellos se quedan sorprendidos. Entonces Sócrates les explica el porqué de su estado, hablándoles sobre su seguridad de la existencia de una vida después de la muerte, que será eterna y mejor. Comienza de esta forma una discusión acerca de la preexistencia e inmortalidad del alma, donde los discípulos plantean sus dudas y teorías, y Sócrates aclara en forma maestra todo cuanto se le pregunta.
El tema es complejo. Al principio Sócrates afirma dos cosas: a) que estamos en la vida colocados en un lugar por voluntad de los dioses y b) que el filósofo debe aspirar a abandonar esta vida. Como esas dos afirmaciones le parecen contradictorias a Cebes, (el principal interlocutor en el diálogo, junto con Simmias), Sócrates comienza a demostrar que el verdadero filósofo debe afrontar la muerte con valentía y que puede esperar una vida feliz en el otro mundo. El verdadero filósofo no teme la muerte porque ella le libera del cuerpo, que es un obstáculo y un estorbo para el alma en la búsqueda de la verdad, pero bajo ninguna circunstancia debería suicidarse, argumentando que si los dioses son los que cuidan y poseen a los seres humanos, lo correcto es que éstos decidan cuándo ellos deben morir. Después de esto explica el porqué de su felicidad y las ganas que tiene de morir, exponiendo que como filósofo llevó una vida dedicada al alma, y separado del cuerpo, pues la única forma de alcanzar la sabiduría es a través de los ojos del alma, mientras que el cuerpo y su ruindad nos aleja cada vez más de esta. Da una visión totalmente negativa del cuerpo: para Sócrates sólo es una cárcel, algo que nos distrae de nuestros pensamientos y de la búsqueda de ese ideal. Por eso, Sócrates afirma haber renunciado (dentro de lo posible) a los placeres del cuerpo, anulando así los sentidos, única forma de obtener los verdaderos conocimientos (a través del alma pura). Entonces explica que si luchó siempre por alejar su alma de su cuerpo, no sería lógico temerle a la muerte, que es donde esta separación deseada se da por completo y donde se conoce al fin la sabiduría y la realidad en su totalidad. Las virtudes, por su parte, van de la mano de la sabiduría, por lo que el filósofo, quien más se acercó a ésta, es quien en cierto grado mas las experimentó. Pero, para que el filósofo, liberado del cuerpo, pueda alcanzar la verdad únicamente con su alma, es necesario que ésta sea inmortal. De ese modo es como Sócrates se halla obligado a demostrar la inmortalidad. Esta demostración no se hace para justificar su esperanza, sino que es tan importante en sí misma que ocupa el lugar principal de la obra, que puede haber sido elaborada en función de ella. Una vez hecha la demostración, Sócrates saca las consecuencias morales: los buenos serán recompensados y los malos castigados en el otro mundo. Y para darnos una idea de ese otro mundo y de las morada reservadas a las almas, expone, en forma de mito, su concepción de las tres partes de la tierra: la tierra pura y superior, la que nosotros habitamos y la tierra subterránea. Encontramos, pues, en el Fedón, una concepción del hombre en la que el dualismo alma/cuerpo es llevado al extremo, estableciendo el divorcio radical entre ambos elementos del que hablábamos antes recordando que ya desde la introducción se hacía hincapié en el carácter de prisión que tenía el cuerpo respecto al alma, por lo que la muerte, en la medida en que significaría la liberación del cuerpo para el alma, llega a presentarse como el fin que debe perseguir el alma filosófica, y que la filosofía, en tal sentido, no es más que una preparación para la muerte. El alma se identifica con la razón; ninguna relación pues entre el alma y las pasiones o la sensibilidad, que serán cualidades de un cuerpo que debe ser controlado lo más rígidamente posible por el alma.
Los argumentos para demostrar la inmortalidad del alma en el Fedón son los siguientes: a) el de los contrarios; b) el de la reminiscencia; c) el de la simplicidad; d) el del principio vital.
a) El argumento de los contrarios está basado en una concepción de la cultura griega según la cual los contrarios proceden unos de otros, para Sócrates, todo tiene su origen en su contrario: lo menor de lo mayor, lo débil de lo fuerte, lo justo de lo injusto. Y de esta forma es fácil deducir que vivir tiene su origen en su contrario, que es el morir. Esto combinado con la creencia de que nuestras almas van de aquí a otro mundo y que de ese otro mundo regresan a este. Las almas vivientes procederían, entonces, de almas muertas, y éstas de aquellas. De esta forma, todo avanza en un movimiento circular. De no darse esto, sino que este proceso fuera rectilíneo, todo concluiría por estar muerto y nada viviría. Por esto es necesario el Hades, lugar al que van las almas tras separarse del cuerpo para volver, mas tarde, a nacer. "Pues si unas cosas no diera lugar siempre a otras, al engendrarse, como si se movieran circularmente, sino
...