Del Alma En El Fedon
Enviado por mefisto97 • 11 de Abril de 2015 • 2.408 Palabras (10 Páginas) • 311 Visitas
Fedón o Del Alma es uno de los textos más importantes de los diálogos platónicos, dada la trascendencia de los temas que trata, se podría decir que en este texto se desarrolla una teoría sobre la muerte y la inmortalidad del alma; esto lo logra platón a través de la descripción de los últimos momentos de vida del sabio Sócrates por parte de Fedón hacia Equécrates, quien interesado en el comportamiento frente al último momento del sabio indaga a su interlocutor que estuvo junto él en la víspera de la toma de la cicuta que acabaría con su vida, ya que el comportamiento frente a la muerte podría determinar mejor que tipo de persona era realmente y que tan convencido se encontraba de sus propios pensamientos y modos de comportarse es decir de su filosofía. Considero que este texto es un juicio aún más severo que el descrito por la propia apología ya que en este dialogo no intenta persuadir a un público sobre su inocencia sino que procura dar a entender porque su condena no es más que una victoria sobre los sentidos y aquello que no le permite acceder libremente a la verdad.
La figura de Sócrates que se nos muestra en el texto es la de un filósofo convencido de sus propios pensamientos esperando con alegría el momento en que por fin se libere de aquella cárcel que por medio de sensaciones ha limitado su conocimiento del mundo rodeándolo de falsedades e ilusiones, su sublime imagen confundida bajo el canto inmortal del Cisne preparado para la muerte. La primera parte del libro es una exhortación a vivir bajo la búsqueda que hace particular al filósofo, es la validación del comportamiento de Sócrates hasta el final de sus días; la búsqueda de la verdad es la bandera del filósofo y esto le permite tener una relación diferente con la vida y por tanto con la muerte, Sócrates, tiene la certeza de que por medio de la muerte obtendrá la liberación de aquello que lo limita para acceder a las cosas en sí, para el son los sentidos los que dificultan la labor del pensamiento y el filósofo encuentra la felicidad en buscar bienes invisibles con el pensamiento, así con la muerte puede por fin alejarse de la percepción por medio de los sentidos que es propia al cuerpo para acceder así a la esencia de todas las cosas, es decir de lo que son ellas por si mismas; lo que es.
Aunque la idea de promesa no está desarrollada en detalle por el autor si podemos encontrar de nuevo un punto en común entre la teoría cristiana y la versión platónica de la muerte y del alma en este concepto; sin duda Sócrates espera acceder una vez muerto a un estado en el que se encontrará con los dioses y posiblemente con muchos otros sabios:
“En efecto, yo-dijo-, Simmias y Cebes, si no creyera que voy a presentarme, en primer lugar, ante otros dioses sabios y buenos, y, luego ante personas ya fallecidas mejores que los de acá, cometería una injusticia no irritándome de mi muerte. Pero sabed bien ahora que espero llegar junto a hombres buenos, y eso no o aseguraría del todo; pero que llegaré junto a los dioses, amos muy excelentes, sabed bien que yo lo afirmaría por encima de cualquier otra cosa. De modo que por eso no me irrito en tal manera, sino que estoy bien esperanzado de que hay algo para os muertos y que es, como se dice desde antiguo, mucho mejor para los buenos que para los malos” (Platón 63b)
Es por esto que encuentro en la idea de la esperanza un punto común entre las dos formas de ver la muerte, aunque para Sócrates no es clara la idea de promesa que es fundamento del cristianismo si es claramente reconocida una idea de lo que vendrá posterior a la muerte, un esperar por conocer algo que no es tan fácilmente asequible ya que el cuerpo participa de lo finito. Lo que me permite incluir la idea de promesa en lo dicho por el sabio es la afirmación de que es mucho mejor para los buenos que para los malos; aunque sabemos que la concepción de bien y mal manejada en las dos teorías podría diferir.
El desarrollo de la discusión en el texto nos permite reconocer tres momentos principales en las exhortaciones de Sócrates frente a sus interlocutores; en la primera parte trataremos el tema de los contrarios que permitirán reconocer a la vida y la muerte como partes de lo que realmente es la verdadera vida y a una como el flujo de la otra; luego trataremos algunos apartes acerca de la teoría de la reminiscencia desarrollada por Platón que apoyada en la idea de los contrarios nos hace evidente cómo se produce el recuerdo de lo que se ha conocido anteriormente; como tercer tema trataremos las conclusiones acerca de la inmortalidad del alma que se desarrollan al aceptar las dos primeras premisas que hemos nombrado. Estos serán los temas que desarrollaremos a partir del texto aunque el autor trata otros temas paralelos en el desarrollo del tema tal como la conformación del universo; tanto aquello que está en el interior de la tierra hasta llegar a los afluentes de fuego que mantienen la composición de la misma en una mezcla de fuego, aire, tierra y agua así como la descripción la conformación de la bóveda celeste y la organización de los astros que permite que el universo se mantenga en equilibrio como esfera perfecta.
En cuanto a la idea de los contrarios, Sócrates, luego de exhortar a sus interlocutores a considerar su muerte cómo el cumplimiento de la máxima expectativa del filósofo y no cómo una tragedia intenta responder a la inquietud de Cebes respecto a la condición del alma luego que se separa del cuerpo en el momento de la muerte, para ello debe el sabio demostrar que el alma persiste y lo hace para siempre además de que conserva sus facultades propias. Sócrates empieza su disertación evocando la idea de que los muertos se marchan al Hades al separarse del cuerpo y que luego estos mismos son los que se convertirán en vivos al retornar de tal sitio, para comprobar esto el sabio exhorta la indagación sobre los contrarios y el cómo, aquellos pares de conceptos que participan de lo mismo, unos se generan (nacen) de los otros “veamos si todo se origina así, no de otra cosa sino que nacen de sus contrarios todas aquellas cosas que tienen algo semejante, por ejemplo la belleza es lo contrario de la fealdad y lo justo de lo injusto” (Platón 70e); al confirmarse que todo se Origina de su contrario la discusión se dirige hacia lo contrario a estar vivo, a saber la muerte, y cómo es la constante generación entre estos contrarios “Así que hemos reconocido que de ese modo los vivos han nacido de los muertos no menos que los muertos de los vivos, y siendo eso así parece haber un testimonio suficiente, sin duda, de que es necesario que las almas de los muertos permanezcan en algún lugar, de donde luego nazcan de nuevo” (Platón 72a). En este punto se ha demostrado
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