La justificación de Рlatón de la inmortalidad del alma en el cuadro de diálogo Fedón
Enviado por siromani • 7 de Septiembre de 2012 • Reseña • 1.937 Palabras (8 Páginas) • 1.445 Visitas
¿Cómo justifica platón la inmortalidad del alma en el diálogo “Fedón”?
El escenario del diálogo del Fedón, es la antesala de la muerte de Sócrates. Condenado a morir, entretiene sus últimas horas en prisión conversando con sus amigos mientras se pone el sol de Atenas, sobre la inmortalidad del alma, tratando de probar que ésta no desaparece cuando se separa del cuerpo en el momento de la muerte. Además habla sobre qué es la filosofía y la vida del filósofo. El narrador es Fedón, testigo de este último diálogo, la narración está llena de momentos emotivos y pena por la muerte del maestro, se lo relata a su amigo Equécrates. Sócrates no le teme a la muerte, porque dice que el alma es inmortal, dice que morir es mejor que vivir, que este cuerpo es una cárcel del alma y que lo mejor es salir, pero no mediante el suicidio, ya que tras una vida filosófica, le aguarda una eterna bienaventuranza.
Se demostrará en el desarrollo, cómo justifica Platón la inmortalidad del Alma en el diálogo Fedón. (Tesis)
ARGUMENTO 1
LA PRUEBA DE LOS CONTRARIOS
Así como la vigilia tiene el sueño, la vida también tiene su contrario, la muerte, de modo que si son contrarios, entonces una nace de la otra, y un paso recíproco de la una a la otra; al dormir le sigue el despertar, entonces al morir sigue siempre el revivir. De la vida nace la muerte y de ésta la vida, de modo que es preciso admitir que las almas están lejos en alguna parte de donde vuelven a la vida. “Si no hubiese más que una producción directa de lo uno por lo otro, sin ningún regreso de este último al primer contrario que le ha producido, todas las cosas tendrían la misma figura, aparecerían de una misma forma, y toda producción cesaría” (Azcárate, Platón, Obras completas, vol. V, Madrid 1871)
Es así como se piensa que hay un regreso a la vida, que los vivos nacen de los muertos, que las almas existentes están sometidas a una rueda de nacimientos y muerte, llamado SAMSARA (ciclo de nacimientos y muerte), éste es un proceso cíclico no lineal fundamental de la evolución cósmica, sino de otro modo el universo se estancaría. Se muestra aquí claramente la teoría de la reencarnación, de la transmigración del alma y de la ley del karma cuando dice que “las almas buenas libran bien, y que las malas libran mal” (Fedón).
“Así como en este cuerpo el alma encarnada pasa continuamente de la niñez a la juventud y luego a la vejez, de la misma manera el alma pasa a otro cuerpo en el momento de la muerte. A la persona sensata no la confunde ese cambio”: Aquí el alma espiritual no sufre ningún cambio, el alma transmigra a otro cuerpo, y como es seguro que tendrá otro cuerpo en el siguiente nacimiento –o bien material, o bien espiritual-, no había ninguna razón para que Arjuna se lamentara de la muerte. Es así como esos cambios de cuerpos explican las variedades de disfrute o sufrimiento que se tienen, conforme a la actuación que se tiene en la vida. En consecuencia, Bhisma y Drona; siendo almas nobles, tendrían con toda certeza cuerpos espirituales en la siguiente vida, o al menos una vida en cuerpos celestiales para un disfrute superior de la existencia material. (Bg. 2.13, 1997)
“Aquel que ha nacido, es seguro que va a morir, y, después de morir, es seguro que uno volverá a nacer. Por consiguiente, en el ineludible desempeño de tu deber, no debes lamentarte”: Se tiene que nacer de acuerdo con las actividades que ha realizado en la vida. Y, después de terminar un período de actividades, se tiene que morir, para volver a nacer y comenzar con el siguiente período. Así gira el ciclo del nacimiento y la muerte, fase tras fase. (Bg. 2.27, 1997)
ARGUMENTO 2
LA PRUEBA DE LA REMINISCENCIA
Conocer es recordar lo olvidado, al nacer se pierde lo que se ha aprendido, el alma contempla, antes de su unión con el cuerpo, las Ideas, es así como sólo se recuerda y se familiariza con el conocimiento ya adquirido, por lo tanto el alma ya existe, es preexistente, de modo tal que si el alma no existiera antes de encarnar en este cuerpo, el recordar sería imposible, entonces el alma es inmortal.
“Nunca hubo un tiempo en el que Yo no existiera, ni tú, ni todos estos reyes; y en el futuro, ninguno de nosotros dejará de existir” (Bg. 2.12, 1997)
“Para el alma no existe el nacimiento ni la muerte en ningún momento. Ella no ha llegado a ser, no llega a ser y no llegará a ser. El alma es innaciente, eterna, permanente y primordial. No se la mata cuando se mata el cuerpo”: El cuerpo está sujeto a seis clases de transformaciones: nace del vientre del cuerpo de la madre, permanece por algún tiempo, crece, produce algunos efectos, gradualmente se deteriora y, finalmente, desaparece en el olvido. El alma no nace, pero como toma un cuerpo material, el cuerpo nace. El alma no nace allí, y el alma no muere. Todo lo que nace también tiene que morir, pero el alma no nace, por ende no tiene pasado, presente ni futuro. El alma es eterna, perenne y primordial, es decir, en la historia no figura ningún indicio de cuándo comenzó a existir. El alma no envejece en ningún momento, como ocurre con el cuerpo. Los cambios del cuerpo no afectan al alma. El cuerpo se desarrolla por la presencia del alma, pero el alma ni tiene vástagos ni cambia. En consecuencia el alma está libre de los seis cambios del cuerpo. El alma está colmada de conocimiento o colmada siempre de conciencia, de esta manera, como hay algo de conciencia en todos los cuerpos, podemos reconocer la presencia del alma. Sólo aquel que se ha liberado de todos los deseos y lamentaciones materiales, puede entender las glorias del alma. (Bg.2.20, 1997)
ARGUMENTO 3
LA PRUEBA DE LA SIMPLICIDAD
Existe el mundo sensible, [que conocemos a través de los sentidos
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